Mejorar la salud de los pulmones del mundo y hacer realidad el derecho a respirar libremente» es la misión de GARD, una alianza voluntaria de 41 organizaciones, instituciones y agencias de todo el mundo, bajo el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las enfermedades respiratorias crónicas «se identifican con dificultad, se diagnostican mal, se tratan poco y se previenen menos», explicó la científica estadounidense Suzanne Hurd.
La OMS calcula que 300 millones de personas en el mundo sufren asma, 80 millones enfermedades obstructivas pulmonares crónicas y muchos más rinitis alérgica y otros desórdenes respiratorios permanentes. Sólo en 2005, cuatro millones de personas murieron por enfermedades respiratorias que podrían haber sido prevenidas o curadas, más del 80% de ellas en países en vías de desarrollo.
Y la situación podría estar a punto de empeorar, si no se reacciona a tiempo, advirtió la OMS, que teme un aumento del 30% en los próximos diez años. «Hay que tomar medidas urgentes. Tenemos que hacer todavía más», opinó Henk Bekedam, representante de la OMS en China.
Este país es ejemplo de la dramática situación, con 1,5 millones de personas muertas cada año por este tipo de males, debido al consumo de tabaco, a la combustión de madera y otros combustibles dentro de las viviendas, y a la contaminación atmosférica. El tabaco es el primer factor de riesgo para cualquier enfermedad respiratoria y el gobierno «debería hacer más para prohibirlo», según Bekedam, quien dirige los esfuerzos de la OMS en China, un estado con 320 millones de fumadores.
El gigante asiático es también un ejemplo de lo mal que se diagnostican y se tratan estas enfermedades, con reiteradas visitas a urgencias del 80% de los pacientes y un coste que supera la mitad de los ingresos medios anuales per cápita (900 dólares estadounidenses de gasto, frente a 1.800 dólares de ingresos).
«Fui al médico y me tomaron el pelo. Luego me mandaron al especialista, y también me timaron. Recomiendo a cualquier enfermo que vaya a un hospital grande y se informe antes de comprar todas las medicinas que le recetan», declaró durante la sesión de inauguración un anciano de 68 años que lleva cinco luchando contra el asma.
El alto coste de las medicinas es otro escollo en el combate de las enfermedades respiratorias crónicas. «Es inaceptable que existan medicinas para el tratamiento, pero que la gente no puede acceder a ellas porque no puede pagarlas», argumentó Bekedam.
La OMS negocia con seis empresas farmacéuticas la fabricación de grandes cantidades de las dos medicinas básicas para tratar el asma inhaladores de esteroides y salbutamol a precios asequibles. «Los precios bajarían de 50 dólares al mes a 30 dólares al año. El año próximo estarán disponibles en todos los países», declaró la profesora Nadia Ait-Khaled, directora de la División de Asma de la OMS.
«Dos dólares al mes es algo que puede permitirse la mayoría de la gente», explicó la responsable de la organización, para señalar que esta medida, en sí, ayudará a millones de asmáticos a tratarse en todo el mundo y ahorrará costes desorbitados a sus familias. -