Arritxu SANTAMARIA | Coordinadora de la Mesa para el Acuerdo
«Hay que salir a la calle para que no caigan en la tentación de los atajos»
Arritxu Santamaría, que ya ha comprobado «in situ» la «ilusión» que ha generado en el Parlamento Europeo el alto el fuego de ETA, apela a la necesidad de trabajar para que comiencen a verse «avances tangibles», entre los que prioriza la formación de la mesa de resolución. Yofrece para ello el bagaje acumulado por la Mesa para el Acuerdo.
Santamaría, junto a los también representantes de la
Mesa para el Acuerdo Martín Aranburu y Txutxi Ariznabarreta, se encontraba ayer
en Bruselas para analizar con los europarlamentarios del Friend-ship la
situación creada tras el alto el fuego de ETA y las iniciativas que tiene
previsto llevar a cabo ese grupo de apoyo. GARA habló con ella para recabar su
opinión acerca de un momento que, a su juicio, no debe dejarse dilatar.
El eco mediático internacional de la iniciativa de ETA ha sido enorme. ¿Qué situación han encontrado en el Parlamento Europeo? ¿Qué receptividad hay?
Lo que hemos visto en el Parlamento y lo que hemos podido constrastar con los miembros del Grupo de Apoyo ha sido ilusión, ganas de trabajar e implicación para ayudar en el proceso de paz de Euskal Herria. Los miembros del Grupo de Apoyo han visto en otros europarlamentarios una disposición favorable a la apertura del proceso.
Por tanto, también ahí se abre un abanico de oportunidades...
De oportunidades y retos. Las oportunidades están situadas en la disposición de informar y de crear una corriente de opinión favorable a la apertura de un proceso político que resuelva el problema. Para eso ya hay fijadas medidas concretas, tal como hablar con representantes de los diferentes grupos del Parlamento, tratar de que otros disputados (como pueden ser los del Grupo Socialista o liberales) formen parte también del Grupo de Apoyo, informar a instancias europeas... Pero también hay riesgos, como que se alarguen demasiado las cosas y que no se dé la respuesta necesaria a las cuestiones políticas que hay que ir resolviendo.
Ha comentado la disposición a contactar con otros grupos de la Cámara Europea. ¿Ve factible que el «Friendship» se amplíe?
Lo que sí podemos constatar es la voluntad de los miembros del Friendship, que esta misma mañana y ahora por la tarde [ayer] se mostraban claramente favorables a la ampliación cualitativa del Grupo de Apoyo. Ahora lo que nos hace falta es la disposición de los grupos a los que van a llamar. Pero la situación es notablemente mejor que la de hace dos semanas.
¿Qué importancia han tenido el Foro de Debate Nacional y la labor que ha desarrollado en el proceso que ha llevado a que ETA adopte esta iniciativa?
Si hacemos una visión retrospectiva y nos situamos en el momento en que el Foro de Debate Nacional comenzó su andadura, hace ya tres años, percibiremos la desconfianza, la frustración y la desesperanza que había entre todos los agentes vascos. La situación actual es diferente. Por tanto, podemos hablar de una labor importante del Foro de Debate. Además, no sólo fue una cuestión de confianza personal, sino una confianza que llevó a la firma del Acuerdo Democrático de Base, que establecía unas bases para la resolución del conflicto. Pero hay que destacar que no sólo ha sido un trabajo nuestro, ya que ha habido otros movimientos en los partidos que han sido tan importantes como la labor que hemos hecho nosotros.
Ahora que prácticamente todas las formaciones políticas abogan ya por crear una mesa de diálogo, ¿cómo se resitúa la Mesa para el Acuerdo creada a partir del Foro de Debate?
Desde siempre hemos planteado que la Mesa para el Acuerdo pretendía ser un instrumento válido para que el proceso de resolución pudiera abrirse, y ahora seguimos haciendo la misma oferta. Además, hay que tener en cuenta que la mesa para la resolución de la que se está hablando parece que tiene vocación de recoger solamente la representación política, y esa mesa debe ser consciente de que necesita de la participación y el apoyo de un espectro más amplio: hablo de agentes sociales y sindicatos, además de la ciudadanía en general. Eso es algo que nosotros podemos ofrecer, además de la experiencia acumulada. Ponemos a su disposición ese bagaje.
El Acuerdo Democrático de Base es muy esquemático, prácticamente sólo tiene dos conceptos: acuerdo entre los agentes vascos y consulta. ¿Hay que perfilarlo más ahora?
El Acuerdo Democrático de Base es absolutamente integrador, con el que están de acuerdo incluso agentes políticos que no lo han suscrito. Tiene un valor excepcional. No creo que haya necesidad de ampliarlo, ya que los acuerdos es mejor hacerlos, al menos en un principio, sobre mínimos. Luego ya se podrá llegar a niveles de acuerdo más altos, pero creo que si en esta etapa lográramos un acuerdo mucho más amplio sobre esas dos premisas sería de chapeau.
En su última comparecencia hablaban de la opción de crear una mesa de resolución de inmediato, incluso se recurría a la fecha fetiche del Aberri Eguna. Ahora, formaciones como Batasuna y el PSOE inciden en que no hay prisa, que lo que se requiere son bases sólidas. ¿Cómo debe jugar el factor tiempo?
El factor tiempo es importante. Algún dirigente del PP ha dicho que hay que tener cuidado con que en el Estado español se produzca el «síndrome de Estocolmo», haciendo referencia a que no deben hacerse concesiones políticas y tal. A mí lo que me preocupa es que en Euskal Herria se produzca el «síndrome del soufflé», en el sentido de que todo se enfríe y baje la potencialidad del momento y la necesidad de dar, desde ya, pasos concretos. Es mi visión personal. Cuando hablábamos del Aberri Eguna no lo hacíamos poniendo una fecha para la creación de la mesa, sino que lo hacíamos para destacar que hemos funcionado con esa refe- rencia. Siempre hemos subrayado la necesidad de que todos los partidos y elementos que son parte del conflicto se pongan de acuerdo en establecer una metodología sobre los que pudiese funcionar la mesa de resolución. Esa es la labor que hay que emprender desde ahora mismo, porque dejar que se dilate en el tiempo no va a ayudar. Hay que ser especialmente responsables en la administración de los tiempos de manera que se vean avances tangibles; y el primer avance tangible será la composición de una mesa.
Se ha producido ya, tras las palabras de Ibarretxe, una primera polémica sobre el liderazgo en la conformación de la mesa de partidos. A su juicio, ¿a quién corresponde ese papel?
No es algo que me interese. Lo que sí creo es que no debería de producirse un conflicto por ese tema. Una de las debilidades del momento actual son, precisamente, los conflictos que puedan registrarse a causa de liderazgos, intereses partidistas... Son cosas que no facilitan la puesta en marcha de la mesa.
El Foro de Debate Nacional tocó las puertas en favor del diálogo y rompió barreras llegando hasta formaciones como UMP y UDF. ¿Ahora lo van a intentar de nuevo con quienes se resistieron, como PP y UPN?
Seguimos con la disposición de siempre, de hablar con todo el espectro político. Pero creo que ahora esas formaciones debe-rían responder directamente a la mesa de resolución del conflicto y posicionarse en torno a su integración en ella.
Han anunciado que el 15 de abril, víspera del Aberri Eguna, celebrarán un acto en Iruñea. ¿En qué consistirá?
Ese acto tendrá por objetivo recapitular todo lo que hemos hecho hasta ahora y subrayar la necesidad de crear una mesa de resolución. Para esto último, plantearemos unas bases mínimas: respetar los derechos de todos los ciudadanos en toda Euskal Herria, respetar la participación política de todos los agentes y proclamar que debe haber una única respuesta a un conflicto que es uno.
También se plantea como clave la manifestación de este sábado en Bilbo, en la que participarán prácticamente los 55 firmantes del Acuerdo Democrático de Base.
Hay grandes riesgos de que se olvide que tenemos en este país un conflicto político que es en realidad sobre lo que hay que trabajar. El hecho de que miles y miles de personas salgan a la calle va a suponer una llamada de atención a la clase política en el sentido de que no es bueno cometer errores del pasado o tratar de buscar atajos que únicamente provocarán que la base del conflicto se mantenga tal cual, así como para recordar que el conflicto sólo se resolverá dando la voz a Euskal Herria. La única manera para que la clase política no ceda a la tentación de los atajos es de esa forma, con la gente saliendo a la calle exigiendo la resolución real de un conflicto que es la causa de todo el sufrimiento de las últimas décadas. -
El «friendship» contactará con todos los eurogrupos
El Friendship (grupo de apoyo a la resolución del conflicto) creado en el Parlamento Europeo celebró ayer una reunión para analizar la situación creada tras el alto el fuego permanente de ETA. Hoy comparecerán para dar cuenta de los próximos pasos a dar, pero Gerard Onesta, del Grupo Verde, anunció ya anoche que una de las próximas iniciativas será contactar de modo directo con los presidentes de los grupos parlamentarios europeos (Hans Gert Poettering, del PPE;Martin Schulz, del PSE;y Graham Watson, de la Alianza de Liberales y Demócratas), para sondear su disposición a apoyar los esfuerzos de este Friendship. En la reunión de ayer contaron con el apoyo y la información facilitada por miembros de la Mesa para el Acuerdo creada desde el Foro de Debate Nacional. Bernat Joan destacó que intentarán convocar otra reunión en abril en la que esperan poder contar ya con representantes de todo el arco parlamentario europeo. -
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