ABUJA
La portavoz presidencial nigeriana, Remi Oyo, informó ayer que Taylor, de 57 años, había desaparecido de la residencia de la sudoriental ciudad de Calabar, donde vivía exiliado desde que fue obligado a abandonar el poder en Liberia, el 11 de agosto del 2003.
Las autoridades de Nigeria insisten en que Taylor ha «desaparecido», a pesar de la vigilancia a la que era sometido, y ni siquiera quieren confirmar si ha «escapado o ha sido secuestrado», según el texto oficial.
Taylor es requerido por un Tribunal Especial de Sierra Leona, respaldado por la ONU, para que responda por su responsabilidad en la sangrienta guerra civil de más diez años que se cerró en el 2002 en esa nación, vecina de Liberia.
Oyo reconoció que el Gobierno había perdido el rastro del ex gobernante liberiano un día después de que negara haber recibido una petición del Tribunal Especial de Sierra Leona para detener a Taylo.
Según las fuentes oficiales nigerianas, el ex presidente fue dado por desaparecido el lunes por la noche. Las mismas fuentes reconocieron que docenas de personas que vivían con él abandonaron la misma residencia y tomaron un avión.
Liberia había pedido la extradición de Taylor, pero la intención del Gobierno de Ellen Johnson-Sirleaf era que fuera enviado directamente a Sierra Leona para responder a los cargos contra él en ese país.
En Sierra Leona, Taylor está acusado de estar detrás de «asesinatos, torturas, violaciones y pillaje», durante los años noventa, apoyando a grupos rebeldes a cambio de diamantes de contrabando. Taylor dirigió un grupo rebelde que intentó tomar el poder en Liberia a partir de 1989, año en que comenzó una guerra civil que terminó en 2003. En 1997 fue elegido presidente de Liberia.
Human Rights Watch calificó la «desaparición» como un «escándalo» y dijo que pone en duda la voluntad de Obasanjo de propiciar la paz en Africa occidental, la razón que alegó para dar asilo a Taylor.
Kofi Annan dijo que, de confirmarse, la desaparición de Taylor sería algo «extremadamente preocupante».
El incidente compromete la próxima visita a EEUU del presidente nigeriano Obsanjo.