IRUÑEA

En primer lugar, quisieron dejar claro que no fueron ellos los que convocaron dicho acto, ya que tras las multas a las que tuvieron que hacer frente en las Navidades de 2003 y 2004 por no pagar la fianza exigida por el Ayuntamiento, fueron varios grupos de vecinos los encargados de convocar los actos. Piru Zabaltza, por parte de la coordinadora cultural de Arrosadia, recordó que la fianza se basa en la orden foral 2/89, la cual exige dicho aval a cualquier manifestación. Por ello, añadió, en 2005 los vecinos acudieron al delegado del Gobierno español en Nafarroa, Vicente Ripa, para convocar esa «manifestación». Este traspasó el tema al Gobierno navarro, y finalmente, fueron las denuncias interpuestas por la Policía Municipal las que, a pesar de que «no hubo incidencia alguna», originaron dichas multas.

Los representantes de las coordinadoras de Donibane y Sanduzelai señalaron que las sanciones pueden acarrear a las sociedades multas de hasta 60.000 euros, la suspensión de actividades durante cinco años, la clausura del local para dos años o la inhabilitación para obtener la licencia en el mismo acto en el que se produjo la infracción. Las cinco coordinadoras mostraron su incredulidad y asombro ante esto que «parece una broma de mal gusto».

Ante esta situación, volvieron a denunciar la actitud y la «manía persecutoria» del Ayuntamiento hacia el Olentzero, su «incapacidad de aceptar la cultura de esta tierra» y la «utilización partidista de la Policía Municipal» para reprimir actos culturales. Añadieron que no es sino «una vuelta de tuerca» más de la «cultura arroyante que desarrolla el Consistorio».