Un libro reúne a las 35 mejores chefs, entre ellas a Elena Arzak
Pedro Subijana y Juan Mari Arzak arroparon ayer a Elena Arzak, que representa a la cocina vasca en el libro «Ellas son chefs» que reúne a las 35 cocineras de mayor prestigio internacional. El acto sirvió para alentar el debate sobre la contradicción que supone el hecho de que los grandes cocineros sean hombres. En el debate participó desde el público Juan Mari Arzak.
DONOSTIA
El libro de Gilles Pudlowski, con fotogafías de Maurice Rougemont, que recoge la experiencia de las 35 chefs de mayor prestigio internacional, entre ellas Elena Arzak, permite reconsiderar la importancia secular de las mujeres en la cocina mundial del más alto nivel, pero al mismo tiempo plasma «la solidaridad plena por la incorporación de la mujer a la producción en los fogones públicos, porque en los privados, en el hogar, por suerte o por desgracia para el hombre ha sido ella la responsable», dijo ayer el crítico gastronómico Mikel Corcuera, en la presentación del libro editado por la editorial Nerea. ¿Por qué en el mundo los mejores cocineros son hombres, cuando históricamente son las mujeres las que han estado en la cocina? Fue la pregunta que planeó a lo largo de la presentación y a la que trataron de responder los que intervenieron en ella.Corcuera citó algunas opiciones cualificadas sobre el tema, entre ellas la de Xabier Domingo, que en el libro “A mí me gustan cocineras” afirmaba que cuando el hombre asume la función culinaria no hace más que imitar o, en el mejor de los casos, rendir un homenaje a la madre cocinera. Corcuera dio un rápico repaso a la historia de al cocina y concluyó que la preponderancia masculina en las cocinas públicas arranca ya desde el antiguo Egipto. «Posteriormente, la pervivencia de esa supremacía ha sido reflejo de la sociedad patriarcal que reserva a los hombres todas las funciones sociales, y se ve agravada por el hecho de que las cocinas, como espacios de trabajo, ofrecían condiciones tan duras como las de la mina», señaló. También Pedro Subijana, en un tono más jocoso, se refirió a la complejidad del tema y recordó que él había heredado la afición de su padre, para finalizar glosando la dulzura de Elena, palabras que fueron correspondidas con un beso por parte de la cocinera. Hubo también palabras para las cocineras María Luisa Ezeiza y Tatus Fonbellida, responsable de Panier Fleuri y única mujer que formó parte del movimiento Nueva Cocina Vasca.
Oficio y pasion por la cocina
J.A.
DONOSTIA Según recordó Mikel Corcuera, en Italia en la actualidad las máximas estrellas de la guía Michelín son mujeres y no hombres. Pero es la excepción que confirma la regla. Esa excepción, sin embargo, no queda reflejada en el libro que presenta a sólo cinco italianas frente a 18 cocineras francesas. Esa sobrerepresentación de la cocina francesa se deba probablemente a que el autor es francés. Pidlowski es escritor y crítico gastronómico que colabora regularmente en revistas gastronómicas “Saveurs” y “Bon voyage”. Presenta las recetas y experiencias de 35 jefas de cocina que tienen en común el oficio y la pasión por su trabajo. Representan a nacionalidades o regiones como Gruyére, Cataluña, el Piamonte, el Maresme, Flandes, Euskal Herria, Provenza, Alsacia o el Lazio. Elena Arzak recordó que había tenido la suerte de haber visto en su entorno «con toda la naturalidad del mundo a la amoña Pakita y a la tía Josefina trabajar en la cocina de la casa. Hoy hay siete mujeres cocineras», dijo y añadió que en el libro marca la personalidad de 35 mujeres muy distintas.
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