Si el esperpento se identifica como un estilo literario, la actitud que muestra la Ertzaintza parece difícil de clasificar en una definición estándar. Así lo demostraron el jueves por la noche los policías que actúan bajo las órdenes de Javier Balza, llevándose a comisaría y amenazando con trasladar de nuevo a la Audiencia Nacional al joven Oier Oa, recién llegado de prisión tras ser excarcelado.

Después de varios años perseguidos por sus actividades políticas, lejos de las calles y de los amigos que les vieron crecer, y tras un periplo no menor que incluye estancia en cárceles francesas, entrega bajo la aplicación de la euroorden y encarcelamiento en prisiones españolas,los vecinos del barrio de Gros de Donostia Oier Oa y Eneko Aizpuru fueron recibidos por más de 150 vecinos y amigos a las puertas de la herriko Marruma alrededor de las 3.30 de la mañana. Y es que los dos jóvenes, junto al lazkaotarra Garikoitz Mujika ­imputados en el sumario de Baltasar Garzón contra las organizaciones juveniles Jarrai, Haika y Segi­ habían recuperado la libertad tras previo pago de una fianza de 60.000 euros y la imposición de medidas cautelares. Fue el colofón feliz a una noche de sobresalto.

Orden de busca y captura

2.00 de la mañana en el barrio de Gros: Más de 150 personas se agolpan en la entrada de Marruma, a la espera de la llegada de Oa y Aizpuru, que abandonaron a las 20.00 la cárcel madrileña de Aranjuez.

2.15, en el Antiguo:Oa y sus acompañantes esperan a que llegue Eneko Aizpuru para acudir juntos a la herriko Marruma. Una dotación de la Ertzaintza pasa delante suyo una vez, dos veces... y a la tercera va la vencida. Los policías descienden de su automóvil y proceden a identificar a Oa y a dos amigos más.

2.40, en Gros: Ikurriñas, banderas de Segi y por la repatriación de los prisioneros políticos abarrotan la carretera de acceso a Marruma. Dos dotaciones de la Ertzaintza hacen acto de presencia, y demuestran a los presentes el correcto funcionamiento de las sirenas y las luces de servicio policiales. Comienza acto seguido un desfile en serie de patrullas.

2.40, en el Antiguo: «No tenemos constancia de que hayas abandonado hoy la cárcel», emplazan a Oier Oa varios ertzainas, mientras llegan más y más. «Además tienes una orden de busca y captura internacional de la Audiencia Nacional», aseguran los ertzainas, que hacen caso omiso de los papeles oficiales que recogen la puesta en libertad del joven de Gros.

2.50, Gros; en una asamblea improvisada se informa de la detención de Oa a manos de la Ertzaintza. Los semblantes, al principio cargados de emoción, mudan a indignación. Eneko Aizpuru ha llegado al Antiguo a las 2.35 y ha visto cómo agentes de la Ertzaintza procedían a detener, «de malas maneras», a Oier Oa, a la vez que comienzan a identificar a los familiares y amigos que se agolpan en la comisaría.

«Como esta noche la Audiencia Nacional ya está cerrada, la noche la pasas aquí y mañana vamos para Madrid», le aseguran los policías a Oa, quien continúa entre el estupor y la incredulidad. Mientras que la Ertzaintza afirma que pesa en su contra una orden busca y captura emitida por el juez Garzón, tras una hora en dependendencias policiales y después de la mediación de su abogado, Oier Oa abandona la comisaría y parte hacia el barrio de Gros.

3.30, en Gros: Los aplausos y las bocinas de los coches ensordecen las inmediaciones de Marruma. Primero Aizpuru, y más tarde Oa, descienden de los automóviles para enlazarse en abrazos y besos con familiares, vecinos y amigos a los que no veían desde años atrás. El sonido de la txalaparta llama a los presentes hacia Marruma, donde se forma un pasillo humano por el que pasan los dos jóvenes. La leyenda «Antolakuntza, borroka eta Segi aurrera!» acoge a los ex presos, a quienes se les baila el aurresku de honor, antes de que se introduzcan en la herriko para retirar sus fotografías. Más temprano que tarde, ongi etorri! -