Londres y Dublín trazan una hoja de ruta que sigue dejando el freno en manos del DUP
Los gobiernos británico e irlandés han acordado que la Asamblea norirlandesa será reconstituida para mediados de mayo, y han establecido la fecha límite del 24 de noviembre para la elección de un nuevo Ejecutivo multipartidista en el norte de Irlanda. Los planes de las dos administraciones serán anunciados el próximo jueves por los primeros ministros británico, Tony Blair, e irlandés, Bertie Ahern, en la ciudad de Armagh. Sinn Féin y SDLP se oponen a este plan, que auguran ya que fracasará porque las administraciones han dotado de un poder inaceptable a los unionistas del DUP.
DUBLIN
El primer ministro irlandés, Bertie Ahern, , y su colega británico Tony Blair, viajarán a al ciudad del Armagh el próximo jueves 6 de abril, para anunciar sus planes para reinstaurar la Asamblea legislativa norirlandesa el próximo 15 de mayo por un periodo de seis semanas. De acuerdo con las regulaciones del Acuerdo de Viernes Santo, después de ese periodo inicial, los miembros de la Asamblea deben elegir a los miembros del ejecutivo multipartidista. Se sospecha que el DUP se negará a participar en este proceso. Los miembros de la Asamblea tomarán entonces sus vacaciones veraniegas, y se reunirán de nuevo en setiembre. Se renovará el periodo de seis semanas para la elección del Ejecutivo, pero Londres y Dublín preveen el proveer otras seis semanas para la discusión y la negociación. Pero si los partidos no se comprometen a la elección del Ejecutivo para el 24 de noviembre, la Asamblea será suspendida y los gobiernos darán paso al llamado «Plan B», cuyo contenido se desconoce. Bertie Ahern y su ministro de Exteriores, Dermot Ahern, presentaron la propuesta a los líderes de Sinn Féin, el SDLP y el Partido de la Alianza durante reuniones que tuvieron lugar en el mediodía del pasado jueves. Tanto Sinn Féin como SDLP advirtieron al Gobierno irlandés que no permitirán que las administraciones permitan a los unionistas del DUP que continúen retrasando el proceso político y obstaculizando el progreso de las negociaciones. Tanto republicanos como socialdemócratas advirtieron a los representantes irlandeses que el DUP de Ian Paisley ostenta un inaceptable control sobre el proceso y coinciden en vaticina que la formación unionista no aceptára el establecimiento del Ejecutivo porque no quiere compartir poder con Sinn Féin. El jefe negociador republicano, Martín McGuinness, pidió a los gobiernos que no «se dejen intimidar por Ian Paisley y que no faciliten su política obstruccionista», y pidió la vuelta de la Asamblea y un esfuerzo para forzar la elección del primer ministro, viceprimer ministro y Ejecutivo. El líder del SDLP, Mark Durkan, exigió a los gobiernos un plan para obligar a los partidos políticos a tomar opciones reales dentro de un plazo determinado. «Nos preocupan las seis semanas que llevan a las vacaciones, que conducen a otras seis semanas en las que los partidos esperan recibir algunas charlas en una mansión. Es un incentivo para el empate y el enfrentamiento primará sobre el progreso y la obtención de resultados», predijo Durkan, que añadió que se ha cedido al DUP en control del calendario, porque nada puede ocurrir sin su acuerdo. «Nos preocupa que el DUP está en el asiento del conductor y el peligro es que puede seguir en él», apuntó el líder socialdemócrata. El líder del Partido de la Alianza, David Ford, apuntó a que nadie puede estar feliz con lo que los dos gobiernos han propuesto, y pidió a los ejecutivos de Londres y Dublín que «permanezcan involucrados y que no se lo dejen a los políticos norirlandeses, que trabajen en otros temas como un futuro en común y resuelvan los problemas institucionales del Acuerdo de Viernes Santo».
Dos años y medio de no existencia de la Asamblea
S.G.
DUBLIN Desde las elecciones del otoño del 2003 retrasadas desde mayo hasta el otoño a consecuencia de la crisis política norirlandesa la Asamblea se ha visto condenada a la no-existencia. A las arcas británicas les ha costado 80 millones de libras esterlinas mantener una instituciones que hasta el momento no han mantenido una sóla reunión, pero por la que los electos para los escaños siguen cobrando. El mayor número de diputados pertenece al DUP, el partido unionista que no rechaza el cobro por su pertenencia a instituciones inoperantes y que es el principal obstaculo a la reconstituciones de las instituciones de autogobierno. Cuando se inició este proceso de paz, tanto DUP como UUP aseguraban que su objetivo era la desaparición del IRA. El pasado mes de julio, y pese a todas los obstáculos de ambas formaciones en la creación de un contexto político que favoreciera tal objetivo, el IRA dió por terminada su campaña militar. Sin embargo, para el DUP ello no es bastante, y ahora exige más pruebas, imponiendo más aros por los que deben saltar los otros participantes en el proceso, incluyendo Londres y Dublín. Hasta el momento, ambas administraciones parecen colaborar en el espectáculo desmoralizador de este proceso en pausa, y parecen haber aceptado que el DUP adopte el papel de director, escenógrafo y guionista del proceso de paz. El problema es que este es precisamente, el único partido que no quería siquiera que se «filmara la película». Sinn Féin les recuerda su responsabilidad
directa en el proceso
El jefe del equipo negociador de Sinn Féin, Martín McGuinness, recordó que es responsabilidad directa de los dos gobiernos «el avanzar en el proceso de toma de decisión conjunta, contruir la dimensión del Acuerdo para toda Irlanda y asegurarse del establecimiento de los aspectos del acuerdo en temas de igualdad y derechos humanos y desmilitarización». -
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