BILBO
Cáritas Bizkaia anunció ayer la puesta en marcha de una campaña destinada a personas «sin hogar», que persigue ofrecer el apoyo necesario en procesos de inserción social, a través de un acompañamiento individualizado que potencie las capacidades de las personas. Responsables del programa precisaron que hablan de personas «sin hogar», porque es esta cuestión en la que se centrará su atención. Explicaron que hay muchas personas que de una u otra manera disponen de techo aunque sea en la calle, albergues o centros de noche, y añadieron que «necesitan un techo, pero también necesitan respeto, afecto, formación, seguridad o autonomía».
En ese contexto, Cáritas destacó la iniciativa Giltza, en marcha desde el año pasado, que, basada en el acompañamiento individual, facilita primero las necesidades básicas no cubiertas y contempla después la tutoría de un trabajador o educador social. Un total de sesenta individuos accedieron a iniciar el proceso de inserción, cuya duración es variable en función de cada realidad personal.
Más cobertura a Lurberri Etxea
Lurberri Etxea es otro de los programas que conforman la presente campaña. En este caso se trata de una residencia para personas de entre 45 y 65 años «con menos posibilidades de incorporación social» y una necesidad más amplia de cobertura y protección. Un total de 41 personas estuvieron alojadas en 2005 en este proyecto. El Centro Apostólicas, un comedor social que atiende a diario a 140 personas y que además ofrece servicios de ducha, lavandería o acceso a internet, para facilitar la búsqueda de empleo o la comunicación con las familias, y Hontza, dentro del Programa de Drogodependencias, para la atención nocturna, completan los proyectos incluidos en la nueva campaña. Un total de 600 personas se beneficiaron del servicio destinado a personas con adicciones en el año 2005.
Por otra parte, Cáritas ofreció ayer datos que dan cuenta de su actividad y de las dimensiones del problema que intentan atajar quienes luchan contra la exclusión social.
De las 7.426 personas que recurrieron a Cáritas y fueron atendidas por esta entidad religiosa, 1.243 estuvieron atendidas dentro del programa “Sin hogar” durante 2005. Sobre el perfil de las personas con las que trabajan, destacaron que el 87% son hombres, y en un 50% de origen extracomunitario. El 40% de los asistidos tiene estudios primarios; en el mismo porcentaje se sitúan quienes no tienen estudios, y un 15% manifiesta tener problemas físicos y/o mentales.
Recursos para una salida digna
Al hilo de los últimos acontecimientos sucedidos en la capital vizcaina que han dejado al descubierto la realidad de un amplio sector en situación de exclusión social, responsables de Cáritas en Bizkaia se refirieron a la apuesta anunciada días atrás por la Corporación del Ayuntamiento de Bilbo en relación con la necesidad de acabar con abusos en subarrendamientos de pisos sobreocupados.El director de Cáritas, Mikel Ruiz, opinó que «es un deber de la Administración normativizar y regularizar todas esas situaciones y evidentemente evitar abusos, y más con personas desprotegidas». Se cuestionó Ruiz que «si cierran las pensiones ilegales, se encuentran con una serie de personas que a dónde van», al tiempo que señaló que «para dar una solución digna requiere destinarse recursos para realojar a las personas que se quedarían fuera».
Joseba Gaia, responsable de la campaña destinada a personas sin hogar, apuntó que ésta es una de las cuestiones a abordar con responsables municipales y precisó que hay cauces de comunicación permanentes entre Cáritas y otras organizaciones que trabajan en el mismo ámbito. «Suponemos que esto que han comentado en la prensa se tratará ahí», indicó Gaia en referencia a las reformas legales que el Ayuntamiento se plantea estudiar para erradicar «el abuso y mal uso» de los alquileres».
