Josebe Egia
Tiempos de conciliaci�n
Tiempos de di�logo entre diferentes, de sentarse en una mesa a negociar aunque los intereses sean contrapuestos, de buscar soluciones y poner las bases para conseguir una sociedad m�s libre, justa e igualitaria. Ese es el tiempo en que estamos, tanto pol�tica como socialmente, en Euskal Herria. Pol�ticamente, parece que el viento sopla en esa direcci�n a pesar de los reveses que, casi todos los d�as, sufrimos por v�a judicial pero �socialmente? ufff! est� claro que nos queda mucho por avanzar. No hay mesas de di�logo social, no hay mesas donde se est�n planteando las desigualdades de los colectivos m�s desfavorecidos. No se est�n cocinando que se conozcan recetas contra la discriminaci�n, ni siquiera en algo tan b�sico y elemental para la igualdad entre mujeres y hombres como es la conciliaci�n de la vida laboral, familiar y personal, precisamente una de las bases donde radica la desigualdad entre unas y otros, en la medida en que seguimos siendo las mujeres quienes atendemos mayoritariamente las responsabilidades familiares, a costa de las otras parcelas de la vida. En el Estado espa�ol, sin embargo, las mesas para reformar el marco de relaciones laborales, de las pensiones contributivas y de todas esas cuestiones que nos ata�en muy de cerca y, aunque no seamos muy conscientes, al bolsillo siguen trabajando aunque se den conflictos. Ah� est� el que ha suscitado la patronal con el proyecto de Ley de Igualdad del Estado. Daba grima ver a Zapatero el 8 de marzo pidiendo a la patronal que �ayude� a aplicar la Ley de Igualdad. El patr�n de patronos, Cuevas, presidente de la CEOE, ya le ha respondido. Ha enviado una circular a los empresarios para que se opongan a reducir la jornada de trabajo para conciliar la labor profesional con la vida personal. La organizaci�n considera que �los nuevos permisos para los trabajadores en clara alusi�n al de paternidad merman la competitividad de las empresas�. Curioso lo de Cuevas, otro de los dinosaurios, tipo Fraga, que produce el Estado espa�ol, que ni se jubilan ni los jubilan, al contrario, los siguen eligiendo como dirigentes. El primero lleva veinte a�os en el cargo y ha sido reelegido por s�ptima vez. Debe de ser que reivindicar la unidad de Espa�a, por encima de todo, provoca longevidad en el cargo, aunque no en su neurona, por lo que se puede apreciar en ambos. Cuevas, consciente de su poder, ha mostrado estos �ltimos d�as su lado m�s ultra y se ha enfrentado hasta con la patronal �vasca? Confebask, al distinguir entre el colectivo que se siente perseguido por el terrorismo, y que merece todo el apoyo de la CEOE, y el que da prioridad al �disparate� de la b�squeda de la paz, y que prefiere que �los de Madrid� los �dejen a ellos solos�. Todo hay que decirlo, y a esto �ltimo Confebask, que huye del debate pol�tico como de la peste, contest� apoyando �cuantas iniciativas exploraran el fin del terrorismo�. Veremos si tambi�n le contestan en el plano laboral y no aplican los �Criterios para la negociaci�n colectiva 2006� de la CEOE, que plantea la no reducci�n de la jornada de trabajo como uno de los principales a la hora de negociar las condiciones de trabajo con los sindicatos. Para los empresarios, la jornada laboral est� �sobradamente regulada�, por lo que �carece de fundamento apelar a que en Espa�a la extensi�n del tiempo de trabajo es mayor y que no existe un marco para conciliar la vida laboral y familiar�. A esta patronal le traen al pairo las medidas de conciliaci�n necesarias para reducir la asimetr�a que existe en el uso del tiempo de mujeres y de hombres. El tiempo que los hombres emplean en el trabajo remunerado determina el tiempo que tienen para sus familias y, sin embargo, el tiempo que las mujeres emplean en sus familias determina la cantidad de tiempo de que disponen para el trabajo remunerado. Tampoco parece importarle que las mujeres, hoy, estemos m�s que formadas y queramos trabajar fuera de casa y que son las empresas quienes no nos quieren contratar. No hay m�s que mirar datos para ver que las oportunidades entre hombres y mujeres son inversas: Un hombre joven con hijos ser� elegido en un 93% de los casos. Una mujer joven con hijos ser� elegida en un 3% de los casos. Conclusi�n, que, como en el �mbito pol�tico, habr� que seguir trabajando para conseguir espacios de conciliaci�n. Negociando en lo personal con quien convivimos y en lo laboral con las empresas. Reivindicando a las instituciones menos discursos y m�s pol�ticas sociales y servicios que posibiliten la conciliaci�n. - jegia@gara.net
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