La ONU hizo un llamamiento a los serbios que viven en Kosovo a implicarse en las negociaciones sobre el futuro del enclave, en vísperas de la nueva ronda de contactos que se inicia hoy en Viena.Albert Rohan, adjunto del principal mediador de la ONU en las negociaciones, Martti Ahtisaari, declaró que «la no participación es contraproducente para los serbios» y les recordó que «deben implicarse, cooperar y participar».
Kosovo «es también su país, es su futuro y deben tomar parte en la definición de su futuro», señaló Rohan, quien estuvo la semana pasada tres días en el enclave y llevó bajo el brazo un documento-resumen con todos los aspectos debatidos en las anteriores rondas negociadoras y que incluye los puntos de acuerdo y desacuerdo.
Las primeras dos rondas negociadoras directas se celebraron el 20 de febrero y el pasado día 17 de este marzo en Viena, y giraron en torno a la descentralización, la financiación municipal y la cooperación entre los municipios.
El nuevo ciclo negociador se centrará asimismo en la descentralización del enclave, que cuenta con un 90% de mayoría de etnia albanesa.
No habra particion
Rohan recordó a la minoría serbia, en nombre de la ONU, que «nosotros hemos establecido claramente entre nuestros principios que este proceso no puede en ningún caso desembocar en la creación de entidades separadas. Nosotros nos oponemos a toda división interna de Kosovo», insistió.
Coincidiendo con esta visita, y en el marco de un encuentro paralelo entre los representantes del Gobierno kosovar y de la minoría serbia en la ciudad albanesa de Durres, un portavoz serbio reconoció la buena voluntad del Ejecutivo de Pristina en vísperas de la reanudación de las negociaciones en Viena. «Hemos constatado ciertos cambios en las posiciones albanesas . Ellos consideran que los serbios son una parte importante de la solución (para Kosovo), señaló Olivier Ivanovic, uno de los líderes de la minoría en el enclave.
«Esto supone un nuevo acercamiento. Estoy satisfecho de que este cambio se haya producido», constató Ivanovic, tras la «mesa redonda» en Durres, 45 kilómetros al noroeste de la capital albanesa, Tirana, y en la que participaron miembros de otras minorías étnicas que viven en Kosovo. Tras valorar positivamente el encuentro, Ivanovic aseguró que las principales preocupaciones de la comunidad serbia, que asciende a alrededor de 110.000 personas, son «la seguridad, la libertad de movimientos, el retorno de los refugiados y la falta de perspectivas económicas de futuro».
Las declaraciones del representante serbio cobran especial valor habida cuenta de que las realizó en un difícil contexto, marcado por el apuñalamiento de un joven serbio en la dividida ciudad de Kosovska Mitrovica, en la que un puente divide las partes serbia y albanesa.
El suceso provocó manifestaciones de protesta en esta ciudad y en otras localidades del norte del enclave, con población mayoritariamente serbia.
De visita en Pristina, el enviado de la ONU visitó la zona y trató de apaciguar los ánimos de la población.
Kosovoska Mitrovica ha sido escenario desde 1999 desde el establecimiento del protectorado de la ONU de puntuales pero sangrientos enfrentamientos entre ambas comunidades.
Tras realizar un llamamiento a la calma desde la localidad de Zvecan, Rohan volvió a Pristina, desde donde mostró su esperanza en que el proceso negociador se acelere en los próximos meses. -
DONOSTIA