IRUN
Representantes de ELA, LAB y ESK y las trabajadoras de las contratas de limpieza de las instalaciones municipales de Irun, que vuelven hoy al trabajo tras 77 días de huelga, comparecieron ayer para valorar los contenidos pactados con Clece, Eulen y Valoriza, empresas que están subcontratadas por el Ayuntamiento. Los sindicatos calificaron el acuerdo de «histórico» y se mostraron satisfechos al haber logrado materializar «la mayoría de las reivindicaciones» de las limpiadoras irundarras. El acuerdo, «preacuerdo» hasta que se estampe la firma definitiva prevista para después de Semana Santa, regula «las cuatro cuestiones fundamentales» demandadas por las trabajadoras. La más importante de ellas es la equiparación de sus salarios a las tablas de las limpiadoras de secundaria, que cobran actualmente un 35% más por realizar la misma labor. La equiparación se dará entre 2006 y 2009.
El acuerdo también incluye, entre otras cosas, el compromiso de las partes firmantes para establecer una bolsa de trabajo del personal eventual que haya trabajado en las instalaciones municipales de Irun con el fin de cubrir los contratos de sustitución y las posibles vacantes de forma «ordenada» y «equitativa», previa elaboración de la correspondiente lista.
En definitiva, según concluyeron las propias trabajadoras, el acuerdo «golpea en la línea de flotación de la precariedad y la discriminación que sufrimos desde hace más de 14 años».
El ejemplo de Basauri
El acuerdo ha sido posible en apenas una semana, periodo en el que se han celebrado las tres reuniones que han posibilitado la desconvocatoria de la huelga y el final dialogado de un conflicto que surgió precisamente por las sucesivas negativas de las contratas y del Ayuntamiento a sentarse a negociar.
Tras mostrar su satisfacción sobre el contenido firmado con las contratas, ELA, LAB y ESK reconocieron que durante la huelga tomaron como referente a las trabajadoras de limpieza de Basauri, que protagonizaron hace dos años una protesta similar. «Sin la lucha de Basauri, difícilmente hubiésemos logrado esto en Irun», remarcaron.
También tuvieron palabras de agradecimiento a los alumnos, padres y ancianos que han padecido la huelga en primera persona, ya que los paros afectaron a varios colegios y a una residencia de la localidad. Tampoco faltaron los reproches al PSE y PP, por proponer el despido de las huelguistas, y a PNV y EA, «por el silencio tan significativo que han tenido» en los últimos dos meses y medio.
