Olaso
Miseria
Otra prohibición. Van tantas en las últimas siete décadas que el censor de turno no alcanza a ser original. Al de ahora, un miserable aspirante a starlette, le burlarán hasta quienes cree suyos. El precio de la miseria humana es tan bajo que a los que le pagan les sobrará con un puñado de calderilla para humillarle cuando haga falta. Un pobre hombre frente a un pueblo en marcha. -
|