El clima incide más en la melena del león que la genética
MADRID
Un estudio llevado a cabo en 17 parques zoológicos de Estados Unidos concluye que las temperaturas determinan hasta en un 50% la longitud y densidad de la melena del león, variable que tiene más influencia que los factores genéticos. La investigación, publicada en la revista “Journal of Mammalogy”, atribuye a la temperatura ambiente el factor decisivo por encima de la nutrición, los factores sociales, la historia individual o los genes, por la adaptación del individuo a su entorno, y no como resultado de la selección natural, pese a que la melena constituya un factor de atracción sobre las hembras y de dominio sobre el resto de machos competidores. En las conclusiones del estudio se recoge que los leones en zoos situados en climas cálidos se adaptan al entorno con melenas más cortas y menos espesas, debido a la subida de su temperatura corporal. «La melena cumple su función para atraer a las hembras, pero tiene un coste energético para hacerla crecer y mantenerla, facilita los parásitos, y, sobre todo, retiene el calor», explica Bruce Patterson, autor del estudio. «La subida de la temperatura corporal explica por qué los leones en climas más fríos tienen melenas más densas y largas: la retención de calor y la energía que esto entraña es menor en climas fríos que cálidos», argumenta Patterson, que apunta a que en Tsavo, en Kenia, donde los leones se desenvuelven en su entorno natural, la mayoría de los machos no posee melena. Los inestigadores identificaron 11 tipos de melenas, cuyas formas pueden presentar grandes variaciones debido al clima local. También advierten que la forma tradicional de clasificación de este mamífero se basa en la melena, por lo que el árbol familiar de la especie tendría que revisarse.
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