MADRID
En una extensa entrevista publicada en los dos últimos días por el diario ‘‘El Mundo’’, José Luis Rodríguez Zapatero ha aportado algunas concreciones sobre cuál es la estrategia que piensa desarrollar en Euskal Herria. En la segunda entrega que se publicó ayer, el presidente del Gobierno español insiste en que hay que separar el proceso de pacificación del debate sobre el marco político («primero la paz y luego la política»), y asegura que el PSOE «está dispuesto a dialogar, pero a través de los cauces institucionales».En una entrevista anterior con ‘‘El País’’ tras la proclamación del alto el fuego indefinido de ETA, Zapatero ya lanzó una enigmática alusión a que considera «superada» la dinámica de las dos mesas, que luego no ha aclarado. En la publicada ayer, apuesta por esos «cauces institucionales», pero posteriormente, al ser preguntado sobre si habrá diálogo fuera del Parlamento de Gasteiz responde: «No convirtamos los conceptos en mitos, porque el Estatuto de Cataluña se ha hecho dentro y fuera del Parlamento».
En el afán por desligar totalmente una eventual negociación con ETA y el diálogo político, Zapatero afirma que «hay muchas fuerzas que quieren hablar de política, se va a hablar seguramente de política, pero eso no puede afectar al proceso de paz».
La clave de este proceso político está en la aceptación o no del derecho a decidir de la ciudadanía vasca por parte del Gobierno español. Su presidente vuelve a eludir la respuesta a este interrogante, y repite para ello los argumentos dados en las últimas semanas en el Congreso de los Diputados.
Así, cuando se le pregunta por la autodeterminación responde que «es un derecho que no existe bajo ningún concepto y que, por tanto, no está en el debate». Y respecto al derecho a decisión, otra formulación de la misma realidad de fondo, apunta que «los vascos tienen derecho a decidir su futuro dentro de la legalidad, como los catalanes van a decidir su futuro dentro de la legalidad pronunciándose sobre el Estatuto».
Para apuntalar este criterio, recuerda que ya respondió en el Congreso a Begoña Lasagabaster (EA) que «usted y yo somos fruto del derecho a decidir de los ciudadanos», y concluye que «los demócratas no podemos dejarnos arrebatar conceptos tan esenciales como ésos. Lo hemos dicho, no sólo el PSOE sino todas las fuerzas políticas: todas las ideas se pueden defender en democracia».
Tiempo y diálogo en Nafarroa
En referencia a la territorialidad, el presidente español indica que «no creo que deba haber ningún cambio» cuando se le pregunta por Nafarroa. Añade que «el ordenamiento constitucional establece que el futuro de los navarros lo van a decidir, en su caso, los navarros» y explica que «sabemos que hay una mayoría en estos momentos con posiciones muy claras, sabemos que hay una minoría que también tiene posiciones muy claras, y demos tiempo al tiempo al posible diálogo».En esta línea, critica que Miguel Sanz «ha anticipado el debate de forma un tanto precipitada». Y alude a «un punto» de la reciente declaración parlamentaria en la que UPN y CDN rechazaron que fuerzas abertzales entren en el Gobierno.