DONOSTIA
Tras dos semanas de parón, el juicio por el macrosumario 18/98 vuelve a arrancar hoy en la Casa de Campo de Madrid, lugar donde se celebra la vista ante la falta de capacidad de la Audiencia Nacional de acoger un caso de estas dimensiones. El pasado 3 de abril, el tribunal decretaba un receso de dos semanas después de que Joxerra Antxia, uno de los acusados, decidiera cambiar de abogado. Aquel día prestaron declaración Mikel Aznar y Olatz Altunas. Sus comparecencias fueron las últimas del grupo de personas encausadas por su relación con la Fundación Joxemi Zumalabe. De este modo, hoy comenzarán a declarar los procesados por Xaki.
Además del ya mencionado Antxia, en esta pieza se hallan inmersos Mikel Egibar, Elena Beloki, Miriam Campos, Nekane Txapartegi, Iñigo Elkoro, Jokin Gorostidi, Mikel Korta y Joxe Mari Olarra. Con sus compa- recencias finalizará el turno de los acusados y llegará el de los testigos y peritos.
Xaki nació con el objetivo de dar a conocer fuera de EuskalHerria, especialmente en el ámbito europeo, la situación política de EuskalHerria. Al mismo tiempo, trataba de acercar a tierras vascas las experiencias de otros puntos del globo. Esta asociación siempre trabajó públicamente y estaba inscrita en el pertinente registro del Gobierno de Lakua.
Según la Fiscalía, por contra, el nacimiento de Xaki «supuso la creación de un organismo legal, de actuación pública para el desarrollo de las relaciones exteriores del M.L.N.V.», un colectivo sobre el que «E.T.A. Militar mantuvo el control».
La Fiscalía cita entre sus «misiones» la «difusión internacional» de la Alternativa Democrática de ETA o la creación de «un estado de opinión internacional favorable a la solución dialogada de su pretendido conflicto con el España».
Manifiesto de apoyo
La jornada comenzará, según las previsiones, con la declaración de Mikel Egibar, empleado de Gipuzkoako Ikastolen Elkartea. Por este motivo, cerca de un centenar de personas compañeros y compañeras de trabajo o gentes que desempeñan labores en el ámbito educativo han hecho público un manifiesto en su apoyo. El texto comienza recordando cómo en la noche del 9 al 10 de marzo de 1999, en Zizurkil, la Guardia Civil se presentaba a las dos de la madrugada en su vivienda. Junto a Egibar estaban su compañera embarazada y su hijo, con un año recién cumplido. Tras «poner la casa patas arriba», Mikel Egibar fue detenido.
El relato señala que «durante cinco largos días fue torturado. Amenazas de muerte, amenazas a sus familiares, golpes, asfixia, imposibilidad de dormir, atado, con los ojos tapados, desnudo cinco días y noches, 120 largas horas».
Finalmente compareció en la Audiencia Nacional, donde decretaron su ingreso en prisión. Pasó casi dos años en la cárcel y en febrero de 2001 fue puesto en libertad bajo fianza de 60.000 euros.
«Siete años después del arresto prosigue el texto, este padre de Zizurkil es obligado a comparecer semana tras semana antes los jueces por aquello que le empujaron a decir bajo torturas quienes quitaron para siempre el sueño a su familia».
«Este desgraciado juicio por el sumario 18/98 recomenzará otra vez. Así, se dará continuidad a la venganza política contra sesenta ciudadanos vascos», denuncia. Los firmantes anuncian que parte de ellos acudirá hoy a Madrid para mostrar su solidaridad y para exigir la suspensión de este juicio.