Anadie se le escapa que Toti Martínez de Lezea (Gasteiz, 1949) despierta con sus libros el interés de numerosos lectores. Lo corroboramos mientras charlamos con ella. No pasa desapercibida. Constantemente le saluda gente y demuestra una enorme facilidad para escribir dedicatorias en sus libros. El último de ellos es ‘‘Brujas’’ (Erein). Ya está en las librerías, en las versiones en euskara y castellano.

La autora alavesa ha abordado un tema que le apasiona desde muy joven. Ni siquiera recuerda con certeza cuándo comenzó a recabar material sobre esta cuestión.

‘‘Brujas’’ es una obra de carácter divulgativo. Un primer apartado se refiere a los orígenes de la brujería, a las creencias paganas y a las tradiciones más antiguas. Las siguientes páginas tratan sobre las plantas y los animales, los akelarres, la persecución y los juicios.

El objetivo de este estudio ha sido escarbar en el origen de la brujería. «Ha sido un viaje interesante ­explica Toti Martínez de Lezea­ porque he tenido que pensar, buscar o intuir lo que fue la creencia de los vascos en tiempos precristianos».

«La brujería no aparece en el sigloXVIIporque sí ­apunta­, viene de antes. Ya en el siglo VII el monje Hucbaldo habla de San Amando, un misionero francés que, entre otras cosas, quiso convertir a los vascones que estaban entregados a la adoración de ídolos y demonios. Y hacia el siglo V, la iglesia cristiana se refiere a los dioses paganos como si fueran demonios. Todo esto fue aumentando con el paso de los siglos hasta que en el XVI explotó».

Recopilación de creencias

Reconoce la escritora que la suya es una labor desmitificadora, a la vez que recopilatoria «de creencias y supersticiones que han durado hasta hace muy poco y que siguen manteniéndose, como es el caso de los ramos de San Juan o los Eguzkilore para defenderse de los malos espíritus, entre tantas costumbres que han pervivido».

«¿Quién alentó aquella psicosis brujeril? ¿Por qué se creyó en esas cosas?», se pregunta. Se repiten las mismas acusaciones «un poco antes contra los judíos y, antes incluso, contra los herejes; también son parecidas las vertidas contra los cátaros y contra los templarios. Se da una y otra vez a lo largo de la historia: cada vez que se quiere eliminar a alguien molesto se le acusa de lo mismo».

Toti Martínez de Lezea ha aportado a ‘‘Brujas’’ sus propias conclusiones, además de una extensa relación bibliográfica que orienta al lector interesado en profundizar sobre este ámbito. Su impresión es que «en los siglos XVI y XVII se alentó la creencia en la brujería para distraer al pueblo de otras preocupaciones más graves, como las guerras, la baja demografía, los problemas económicos o la escasez de cosechas. Había que distraer al pueblo de alguna forma y se hizo haciéndole creer que había brujas, cuando lo que había era una mala Administración».

Es una táctica que han utilizado los gobernantes de todos los tiempos, sostiene Toti Martínez de Lezea. «A lo mejor con otras formas, pero ha pasado continuamente hasta hoy en día. Se intenta apartar nuestra atención de cosas importantes echando globos; se quiere que miremos a otras cosas menos primordiales.Sigue siendo así», lamenta.

Su relato se apoya en las ilustraciones de Juan Luis Landa. La escritora ha repetido su colaboración con el dibujante que puso las imágenes a ‘‘Leyendas de EuskalHerria’’ (Erein).

«Cuando salió el proyecto de ‘Leyendas de Euskal Herria’ la editorial me propuso varios dibujantes. Juan Luis Landa firmaba unas planchas que respondían a lo que yo quería. No dudé ni un instante. Así que cuando surgió ‘Brujas’ volví a contar con él. Le he dejado libertad absoluta y ha acertado plenamente», dice.

Una apuesta por la divulgación

Aunque realizó estudios de Química Metalúrgica, Juan Luis Landa (Errenteria, 1965) se dedica desde 1984 a la ilustración. Es autor de los personajes de la película de animación ‘Kalabaza tripontzia’ o ‘‘Gabai’’, el cómic que repasa la historia de Euskal Herria. La escritora y el dibujante quieren seguir colaborando en el futuro. «A los dos nos gusta nuestra tierra y nos gusta nuestra historia y nuestras tradiciones. Esta es una forma de difundirlas de una manera bonita y distinta».

Toti Martínez de Lezea apuesta firmemente por la difusión de aspectos del pasado de nuestra tierra. ‘‘Brujas’’ recoge creencias que fueron transmitidas de una a otra generación de forma oral. «Si Barandiaran o Campión no hubieran recogido nuestras tradiciones, probablemente habrían desaparecido, porque las recibieron de gentes que tenían 80 años. Las recogieron tal cual las escucharon. El trabajo que hicieron estos hombres de comienzos del siglo XX fue muy interesante y por eso nosotros, a comienzos del siglo XXI, intentamos mantenerlo, recuperándolo y también dando otra visión, porque no es lo mismo ver las cosas en el XIX que verlas en el XXI; además se han añadido estudios...».

La escritora afincada en Larrabetzu prepara ya la que será su próxima novela. Tratará sobre la quema de Donostia en 1814, adelanta a GARA.

A Toti Martínez de Lezea no le faltan ideas para nuevos proyectos. Aunque, sobre todo, le apasiona escribir sobre episodios relacionados con la historia de Euskal Herria, no descarta, en un futuro, escribir sobre otros países. -