GERNIKA
El 24 de diciembre de 2005 varias personas ocuparon las instalaciones de la antigua fábrica de armas Astra en Gernika. El Departamento de Hacienda y Finanzas de la Diputación de Bizkaia ha anunciado recientemente que está preparando las nuevas pujas de fincas que tendrán lugar este año, y el pabellón industrial de Astra se encuentra entre los tres edificios que salen a subasta.
La iniciativa popular Astra Gernikentzako ha afirmado que esperaban «ansiosamente» este momento, ya que el edificio se encuentra en situación de quiebra y los ocupantes no se pueden hacer cargo del coste que supone comprar el edificio. Por ese motivo, desde un primer momento valoraron positivamente la intención del Consistorio de Gernika de comprar el edificio una vez que salga la subasta adelante.
«El problema es que la puja es cerrada» aclararon los responsables de la iniciativa popular. Esto significa que los pujadores introducen la cantidad de dinero por la que van a intentar comprar el edificio en un sobre cerrado y el que haya puesto la cantidad más alta será el que obtenga el pabellón.
Por lo tanto, por el tipo de subasta que es, el Ayuntamiento puede comprar el edificio o puede no ofertar la cifra de dinero más alta. De todas maneras, el alcalde de Gernika, Miguel Angel Aranaz, confía en ganar la subasta, aunque, según apunta, «nunca se sabe lo que pueda pasar». El primer edil ha prometido que harán lo posible por ganarla. En tal caso, el primer paso sería «la modificación del Plan General para el cambio del pabellón como zona industrial, para pasar a ser equipamiento cultural». Aranaz ha explicado que el segundo paso a dar sería un concurso en el que se aporten ideas nuevas para el uso del edificio de la antigua armería. Por su parte, Astra Gernikentzako cree que este concurso lo debiera de ganar un proyecto consensuado y autogestionado por la ciudadanía de Gernika. El alcalde de la localidad comparte la opinión de la iniciativa popular y cree que de todas las ideas que se recopilen, escogerán la que mejor se adecue a las necesidades de Gernika.
Los ocupantes del edificio apostaron desde un primer momento por darle un uso sociocultural a la antigua armería para beneficio de los habitantes de la localidad vizcaina.