Raymond McCartney | Ex preso político irlandés
«Estaba claro que no podía haber un proceso exitoso sin la excarcelación»
Raymond McCartney ha culminado su visita a Euskal Herria. Regresa a Derry sorprendido de «ver cómo tantos presos llevan tantos años en prisión». Desde su experiencia, afirma que «no podía haber un proceso exitoso sin la excarcelación».
El lunes en Etxarri-Aranatz, en la celebración de
Preso Politikoen Nazioarteko Eguna, y ayer en Donostia, Raymond McCartney,
natural de Derry, relató su experiencia como ex preso republicano y su visión
del proceso irlandés y el vasco. McCartney era uno de los siete prisioneros que
el 27 de octubre de 1980 iniciaron una huelga de hambre en la prisión de Long
Kesh en defensa de su estatus político y en contra de los intentos del Gobierno
de Thatcher de «criminalizar» a los presos. Pasó 53 días sin comer y 20 años
encarcelado. En entrevista concedida a GARA, relata sus impresiones tras esta
breve pero «muy intensa e interesante» visita a Euskal Herria.
¿Qué le ha sorprendido de la situación de los presos vascos?
Una de las cosas que me ha sorprendido es que tantos presos lleven tantos años en prisión y que continúen los casos de tortura. También me ha impresionado ver el gran número de personas comprometidas con los presos, y encontrarme con sus fotos y carteles en las calles. El pueblo lo ve como una cuestión que debe solucionarse. Me ha cautivado el ambiente y la pasión que palpé en Etxarri-Aranatz. Mi visita a Euskal Herria ha sido muy intensa e interesante.
¿En vísperas del proceso de paz en Irlanda se tomaron medidas como aumentar las condenas, lo que ha ocurrido aquí? No hubo nada por el estilo y, de hecho, me ha
sorprendido el alargamiento de las condenas. En Irlanda, ese caso no se dio en
absoluto. Es muy difícil que el Estado interfiera en este tema, porque tanto la
duración de las penas como las reducciones están fijadas en la ley.
¿Qué importancia tuvo en el proceso de paz irlandés la excarcelación de los presos?
Al menos en lo que respecta a los republicanos, estaba muy claro que no podía haber un proceso de paz exitoso sin la excarcelación de los presos. Al final, todas las partes aceptaron esta medida.
¿Qué papel juegan ahora los ex presos republicanos?
Muchos han vuelto a involucrarse en política a diferentes niveles. Por ejemplo, gran parte de la dirección del Sinn Féin la conforman ex presos políticos. Algunos están sin más en el mercado laboral, otros prosiguen con su actividad militante o trabajan con ex presos, pero la mayoría mantiene el compromiso con su comunidad.
Una vez en libertad, ¿le fue difícil regresar a su comunidad y continuar con su vida?
En mi caso no, porque en Derry es amplia la mayoría nacionalista. Sin embargo, en zonas algo más aisladas ha habido ciertas reticencias a contratar a ex presos. Aunque parezca irónico, sí que hubo problemas en el sur de Irlanda. También nos hemos enfrentado a leyes que, por ejemplo, te impedían ser taxista por ser ex preso, o adoptar hijos. Muchas de estas leyes están siendo revisadas y Coiste está trabajando para superar estos impedimentos.
La resolución de ambos conflictos depende de la política. ¿Cómo se vive este proceso, casi siempre lento, en prisión?
Fui excarcelado en 1994, pero durante el proceso visité a los presos, que tenían un nivel de comprensión profundo del conflicto y, por tanto, eran capaces de comprender todo lo que conlleva un proceso resolutivo. Lo fundamental es que los presos sabían que el Sinn Féin, el movimiento republicano, no se sumaría a un acuerdo que no contemplara la excarcelación. -
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