Los Deltonos presentan su cd más «intenso y tranquilo»
Guitarrero, con sabor country y tranquilo, pero intenso. Así es el último disco de Los Deltonos, titulado «GT» y que la banda cántabra presentará en Bilbo en directo esta noche. Hendrik Roever, alma mater de Los Deltonos y autor de las canciones, se muestra muy satisfecho con un disco que «puede tocarse íntegramente con una guitarra acústica en el porche».
BILBO
Los Deltonos se dieron a conocer en 1986 con una mezcla de rhtym’n blues y pop cantado en castellano. Tras un meteórico debut, problemas con su primer sello les llevaron a ver cómo se retiraban sus discos de las tiendas por orden judicial y se les prohibía incluso actuar. Han pasado muchos años desde entonces, y nada, ni siquiera alquel sonoro problema, ha parado a la banda liderada por el guitarrista y cantante Hendrik Roever. Ahora regresan con “GT”, «una nueva vuelta de tuerca» en la evolución de Los Deltonos, un trabajo en el que por primera vez hacen medios tiempos y que Roever define como «nuestro disco más tranquilo e intenso».
Es también un disco «muy americano», aunque precisa Roever que los sonidos americanos les han acompañado desde sus inicios. «Digamos que comenzamos en los barrios negros y ahora nos hemos ido a los extrarradios, donde hay más campo, más country». Le han llamado “GT” porque son las iniciales de Guitar Town, el estudio del grupo en el que han grabado todas las canciones las mezclas las han hecho en los estudios Garate de Andoain, pero también como homenaje a Gram Parsons, «que tiene un gran disco que se llama ‘GP’», o porque pueden ser iniciales de cosas como ‘Gente Tozuda’ «que lo somos bastante» o ‘Grandes Temas’. Si Hendrik dio muchas vueltas al sonido de los anteriores discos y amontonó numerosas pistas de guitarra, con “GT” ha seguido un proceso inverso. «En vez de coger riffs y a partir de ahí sacar la canción, he cogido directamente la guitarra acústica y después las he electrificado. Y en directo se electrifican más todavía». El dice que estamos ante el primer trabajo de los Deltonos «que puede tocarse íntegramente con una guitarra acústica en el porche». Esto lo diferencia de anteriores trabajaos, en los que había canciones «que son resultonas en plan eléctrico, pero no puedes deconstruirlas hacia la base».
«A nivel musical, éste es un trabajo más esquelético, voy más al grano. Y a nivel de letras, si esto es una carrera, creo que ya estoy en quinto y ahora consigo expresar bastante lo que quiero», describe. Y dice también que son letras escritas en contextos diferentes. Algunas, como “Circunvalación”, sobre un pueblo aislado, son producto del montón de horas que pasa en la furgoneta mirando por la ventanilla. Otras, muchas, despiertan cierta melancolía y cuentan pequeñas historias cotidianas. En ellas no hay proclamas ni denuncias. «Prefiero convertirme en cronista de lo que veo».
En el concierto del Azkena, además de presentar el nuevo disco, tocarán también temas de su primera época que ahora han actualizado. No confirman si entre ellas está la célebre “Soy un hombre enfermo”, canción que desapareció de su repertorio cuando se hartaron de ella. Hoy la tocan «sólo cuando se ponen muy pesados y sabes que no se van a ir hasta que la escuchen. Las canciones tienen su ciclo. No puedes tocarlas como un autómata, necesitas algún aliciente».
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