Un año más, no quiero dejar pasar la oportunidad de dedicar unas líneas de reflexión en el día señalado para la seguridad y la salud laboral.

Cuando está próximo el vencimiento del plazo que la Comisión Europea designó para la aplicación de su nueva estrategia comunitaria publicada en abril de 2002, creo que puede resultar de interés hacer un pequeño balance de situación. Por lo menos, en aquellos aspectos de la estrategia que comprometían directamente a la Agencia Europea que dirijo y que han formado parte de nuestros programas de trabajo desde entonces.

La estrategia comunitaria sobre seguridad y salud en el trabajo 2002/2006 fue, por decirlo de alguna manera, una apuesta directa por la cultura de la prevención. Digamos que éste fue el motor de todo el documento, ante el claro convencimiento de que la única posibilidad viable de que la Unión Europea avanzara en temas de seguridad y salud tenía que venir de la mano de un cambio de actitudes y hábitos ante los riesgos laborales y su prevención, en todas las instancias implica- das en la seguridad y salud en el trabajo, desde los estamentos políticos y las administraciones públicas, pasando por los empresarios, los profesionales de la prevención, los sindicatos y por supuesto, los trabajadores.

La primera vía para extender la cultura de la prevención era, según la estrategia, la integración de la seguridad y la salud laboral en los programas educativos, como una manera de hacer prevención desde la infancia y la educación infantil, pasando por todos los ciclos y niveles formativos. Convertir la seguridad y la salud laboral en materia transversal en los jardines de infancia, escuelas, institutos, centros de formación profesional y universidades podía parecer un objetivo demasiado ambicioso, pero no por ello menos necesario y deseable.

Puedo decir, sin faltar a la verdad, que la Agencia Europea ha contribuido de manera importante al avance en esta línea de trabajo. Hemos liderado un grupo multidisciplinar europeo de investigación y trabajo en este área, que ha permitido alimentar una página web específica con numeras iniciativas realizadas en distintos estados miembros y desde diversas perspectivas.

Se fomenta el debate, se abren nuevas líneas de integración de la seguridad y la salud en la educación, se establecen criterios comunes para una integración correcta y se busca el compromiso de las administraciones públicas de empleo y educación para que trabajen conjuntamente en hacer realidad la educación en seguridad y salud laboral.

En la carrera hacia la consolidación de la cultura preventiva, la estrategia comunitaria apostaba también por las campañas de información y sensibilización que dieran a conocer al gran público la problemática de los riesgos laborales y, lo que es más importante, la necesidad de una prevención eficaz y la convicción de que es posible y rentable luchar contra la siniestralidad laboral y las deficiencias de seguridad y salud en los puestos de trabajo.

Me atrevo a afirmar de nuevo que la Agencia Europea ha llevado a cabo en este terreno una labor digna de mención y creo que, incluso, demostrablemente eficaz de alguna manera, a través de sus campañas informativas anuales, conocidas como “Semana Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo”. Puede que no hayamos conseguido reducciones drásticas de accidentes en Europa o mejoras radicales de las condiciones de trabajo en la mayoría de los puestos de trabajo europeos. Pero, sinceramente creo que hemos involucrado en la seguridad y la salud a colectivos que hasta entonces se mantenían al margen, hemos conseguido compromisos reales de agentes sociales europeos para poner en marcha acciones conjuntas de mejora de las condiciones de trabajo y hemos facilitado el intercambio de buenas prácticas en prevención de riesgos laborales entre empresas y lugares de trabajo de toda Europa, a los que no habrían tenido acceso si no es a través de estas campañas.

Trastornos musculoesqueléticos, accidentes de trabajo, estrés y otros riesgos psicosociales, sustancias peligrosas, riesgos en la construcción, ruido laboral y riesgos laborales de los trabajadores jóvenes han constituido el centro de nuestras campañas hasta la fecha. Se han puesto en circulación numerosas publicaciones en los veinte idiomas comunitarios, cientos de ejemplos de buenas prácticas, de seminarios y otras actividades formativas y miles de puestos de trabajo han sabido de nuestras campañas y consejos y pueden seguir haciendo uso de estos conocimientos, centralizados en nuestra página web, actualizados y permanentemente accesibles.

Por último, la tercera vía en la búsqueda de la cultura preventiva que promovía la estrategia comunitaria abogaba por anticiparse a los nuevos retos en materia de seguridad y salud en el trabajo. No se puede seguir haciendo prevención de riesgos laborales como hace veinte años, porque el mundo del trabajo ha cambiado enormemente y otros riesgos laborales han hecho su aparición de la mano de cambios demográficos, tecnológicos, de organización... Hay que adaptarse a las nuevas realidades laborales, para ofrecer soluciones preventivas adecuadas y seguir mejorando los estándares de seguridad y salud.

Esto sólo puede hacerse mediante un proceso continuo de anticipación a los nuevos riesgos, de alerta frente a cambios en el mundo del trabajo que obliguen a adquirir nuevas estrategias preventivas.

La estrategia comunitaria responsabilizó a la Agencia Europea de la creación de un Observatorio de Riesgos, que sirviera de referente a la Unión Europea en este proceso.

Y de nuevo, puedo confirmar con satisfacción que la Agencia ha cumplido su cometido. Ya está en marcha este Observatorio de Riesgos, de manera operativa desde finales del año pasado. Y ya ha visto la luz uno de sus primeros informes sobre las previsiones de los expertos sobre los riesgos emergentes relacionados con la seguridad y la salud en el trabajo.

Sea éste un día de recuerdo a las víctimas de accidentes laborales y deficientes condiciones de trabajo, pero sea también un día para el optimismo basado en los avances que se han ido consiguiendo entre todos los actores de la seguridad y la salud laboral. Me niego a sentirme derrotado por lo mucho que queda todavía por hacer.

Más bien me siento ilusionado, desde la Agencia Europea que dirijo en Bilbao, por los proyectos que nos permitirán seguir mejorando la seguridad y la salud de los trabajadores europeos.

Una nueva estrategia comunitaria sobre seguridad y salud en el trabajo para el período 2007-2012 definirá nuevos retos para la Unión Europea y la Agencia estará de nuevo dispuesta a ayudar para hacerlos realidad. -