La UA apremia a las partes enfrentadas en Darfur
En un intento por acelerar las negociaciones de Darfur oeste de Sudán, la Unión Africana (UA) ha presentado un borrador de acuerdo para cerrar la guerra que se registra en esa región. Las partes han llegado a un punto muerto en torno a temas como la forma de compartir el poder, asuntos de seguridad y cómo se van a repartir los ingresos de la riqueza petrolera.
ABUJA
El borrador fue presentado a las partes el pasado martes durante una nueva ronda de negociaciones a puerta cerrada en la capital de Nigeria, Abuja, en vísperas de que se cumpla el plazo para terminar estas conversaciones de paz.«Llegó la hora de las decisiones. No más aplazamientos», afirmó el enviado especial de la UA, Salim Ahmed Salim, al presentar el borrador. «Cada viaje tiene un destino, y para las conversaciones de paz de Abuja el final está cerca», agregó Salim al referirse a la fecha en la que deben terminar estas negociaciones, el próximo domingo. La guerra de Darfur estalló en febrero de 2003, cuando los grupos rebeldes de esa extensa región del oeste de Sudán se levantaron en armas para protestar contra la pobreza y marginación de la zona, fronteriza con Chad. Desde entonces, cerca de 200.000 personas han muerto y unos dos millones más se han visto forzadas a abandonar sus hogares y alojarse en campos de refugiados en Sudán y Chad, lo que ha desatado un grave desastre humanitario.
Sanciones a sudaneses
Las negociaciones comenzaron hace casi dos años. Participan Jartum y dos grupos rebeldes de Darfur, con la mediación de la UA. El borrador propone que un dirigente de Darfur ocupe el cuarto mayor puesto en la jerarquía del Estado de Sudán, con el cargo de «asistente presidencial supremo».La presentación de la propuesta se produjo el mismo día que el Consejo de Seguridad de la ONU anunció sanciones para restringir los bienes y los viajes internacionales de cuatro sudaneses que «son una amenaza para la región». Los sancionados son un jefe regional de la Fuerza Aérea, dos comandantes rebeldes y el líder de un grupo miliciano pro gubernamental acusados de cometer atrocidades durante el conflicto armado. La decisión fue tomada durante una votación marcada por la abstención de Rusia y China, a quienes se atribuyen intereses económicos para ello. «No seguiremos la ruta de los colonos occidentales, no violaremos derechos humanos», replicó ayer un portavoz del Ministerio chino de Exteriores. Pidió «pruebas exactas» sobre las acusaciones de que China persigue únicamente el interés económico en Sudán, sin prestar atención a los derechos humanos.
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