- Final de la Liga de Campeones de Balonmano
Portland afronta la vuelta con la idea de que no tiene nada que perder
·La plantilla parte a las 08.00 y tendrá el apoyo de algo más de un centenar de aficionados
IRUÑEA
La plantilla antoniana partirá hoy a las 08.00 hacia Ciudad Real para rendir visita en el partido de vuelta de la final de la Liga de Campeones de Balon- mano. Portland, que realizará el viaje en autobús, afronta el choque con la actitud del que no tiene nada que perder y sí mucho que ganar, después de que perdiera de seis (19-25) en el Pabellón Universitario de Iruñea.Además de las necesarias correcciones técnicas, el trabajo de la semana se ha centrado en la recuperación anímica de los jugadores, bastante tocados tras el descalabro del pasado sábado. El técnico albiazul, Zupo Ekisoain, reconocía que «cada uno lleva la procesión por dentro», lo que no va a ser obstáculo para «tratar por todos los medios de intentar mejorar la imagen y dar la talla». El preparador antoniano no se escondió ante la enorme dificultad que va a suponer materializar una hazaña de este tipo y rebajó hasta el uno por ciento las posibilidades de su equipo, después de que tras la derrota en el partido de ida hubiera hablado de un 10%. Porcentajes que a Ekisoain no le preocupan, «porque es hablar por hablar, ellos tienen una diferencia muy importante, da igual que tengan más o menos posibilidades, pero hay que jugar, y nunca se sabe, aunque también hay que ser consecuentes y reconocer que está muy difícil». Lo que sí se va a tratar por todos los medios es de no repetir la pésima imagen que se ofreció en Iruñea, sobre todo en el apartado atacante. «Salió un partido horrible que nadie pensaba, y menos en una final. Ahora es el típico partido en el que todo el mundo va a pelear porque funciona el tópico del nada que perder y mucho que ganar, aunque fuera de casa levantar seis goles es casi imposible», asumió.
Centenar de aficionados La clave para darle la vuelta a un compromiso tan sumamente complicado, en el que los antonianos contarán con el apoyo de algo más de un centenar de aficionados, radicará en «hacer la misma defensa y portería que el partido de ida y en ataque mejorar las situaciones claras contra Sterbik, que fallamos demasiadas».
Se trataría, en definitiva, de jugarle al Ciudad Real «más de tú a tú, con carácter, porque el equipo en Pamplona jugó como cohibido, con miedo a perder». Para ello, Portland deberá superar la defensa 5-1 que seguramente repetirá Talant Djushebaev, «y quitarnos el temor y respeto que tuvimos hacia el portero», indicó el técnico albiazul, que espera a un conjunto manchego «que saldrá a ganar el partido».
San Miguel: «En el partido vamos a tener nuestro momento»
N.M.
IRUÑEA
Aunque consciente de que está «muy complicado», el presidente del San Antonio, José Ignacio San Miguel, no pierde la esperanza de que su equipo pueda dar la campanada en la ciudad manchega «porque estoy convencido de que, a lo largo del partido, vamos a poder disfrutar de nuestro momento y habrá que saber aprovecharlo».
«Está claro que no hay nada imposible, siempre quiero pensar que esto sigue siendo deporte, esto no es una ciencia exacta. En el deporte pasan cosas y se rompen estadísticas, y esa es la ilusión a la que nos tenemos que agarrar», señaló el máximo dirigente del equipo navarro.
San Miguel aseguró que durante la semana ha visto a la plantilla entrenar «enrabietada y enfadada», una actitud «que les honra y con la que estoy convencido de que van a ir a Ciudad Real a por todas, por lo que va a ser un partido completamente diferente al del sábado, para recuperar la imagen, como mínimo, de finalistas de la Copa de Europa».
El dificilísimo reto pasará por jugar «simplemente perfecto, tenemos que hacerlo como en otros partidos, de hecho ya les ganamos» en referencia a la escuadra manchega, «porque si a alguien le puede afectar la presión o ponerse nervioso es a ellos, no a nosotros».
San Miguel no escatimó halagos hacia su rival: «Ya demostraron en Pamplona la calidad extraordinaria de su plantilla, pero nosotros también tenemos muy buenos jugadores y ahora deben corroborar que saben jugar al balonmano».
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