DKV JOVENTUT 81
LAGUN ARO
BILBAO 69
BILBO
Por muy incomprensible que sea el hundimiento que ha sufrido Lagun Aro Bilbao en la recta final de esta temporada, tocará sufrir hasta el final.La salida de ayer a Badalona no sirvió absolutamente para nada, aparte de para demostrar que Lagun Aro Bilbao Basket es un equipo tocado, tanto anímica como físicamente.
Los jugadores entrenados por Txus Vidorreta se lo jugarán todo a una carta ante el Pamesa Valencia la próxima semana en La Casilla. Lo que será una tarea harto complicada teniendo en cuenta que el Pamesa se juega, a su vez, un puesto en las eliminatorias por el título.
Bilbao Basket sufrió una nueva derrota ante el DKVJoventut por 81-69, tras ofrecer una pésima imagen y para cerrar un negro parcial de dos victorias y 9 derrotas en los últimos once choques disputados.
Fácil dominio
El primer cuarto lo dominó el DKV Joventut con suma facilidad. Txus Vidorreta era incapaz de frenar el vendaval ofensivo orquestado por Elmer Bennett, quien pasaba por encima de Javi Salgado una y otra vez. El DKV buscó correr, jugar con alegría y destrozar a su rival desde el salto inicial. Lagun Aro, por su parte, ofreció tan poca resistencia durante los primeros diez minutos, que no hizo más que apoyar la causa del baloncesto espectáculo.El segundo cuarto fue un acto similar al primero: Lagun Aro continuaba atascado, sin lecturas en ataque y rebosante de impotencia en la labor defensiva. El Joventut trataba de imponer su ley y lo consiguió hasta alcanzar la frontera de la tranquilidad. Las máximas para la Penya llegaron a falta de ocho minutos para el descanso y rondaban los 16 tantos. Ahí se frenó su ambición, pese a que daba la sensación de que los catalanes podían sentenciar el choque en cuanto quisieran.
Tras el descanso, el partido siguió su curso con la única novedad de la aparición de viejos fantasmas para Lagun Aro. El DKVencontraba posiciones cómodas para castigar el aro bilbaino y engordar unas estadísticas que aseguraban que su porcentaje en tiros de campo superaba un acierto del 80%.
El partido pareció atravesar una zona oscura para ambos equipos cuando el reloj luminoso rondaba el ecuador del tercer cuarto. Todo parecía listo para que el Joventut despertase de su razonable letargo y se lo cargase todo con una leve presión en el acelerador.
Y tristemente para Lagun Aro, ni siquiera hizo falta que el Joventut avivase su ímpetu para que el partido se acabase antes de que la bocina final proclamase un ganador.
Lagun Aro se arrastró por el campo en busca de un milagro. Pero los milagros son caros y más si tus éxitos desde más allá de la línea de tres, se resumen con un triste 0 de 14 intentos. Lo dicho, a sufrir.
I.F.
BILBOLagun Aro Bilbao Basket arrancó el choque frío y atenazado por los nervios. Como consecuencia directa, el DKV Joventut comenzó pronto a disfrutar de ventajas que rondaban los diez puntos. Txus Vidorreta, entrenador de Lagun Aro Bilbao Basket, aseguró que ese mal inicio de partido fue clave en la derrota que su equipo sufrió en la tarde noche de ayer ante la Penya. «No hemos podido entrar en el partido como es necesario si quieres disputar un partido a un equipo como el Joventut», afirmó Vidorreta.
Pero quizá el aspecto más triste en el encuentro de ayer fue la estadística que Lagun Aro Bilbao Basket cosechó en lanzamientos de tres. El conjunto bilbaino cerró el choque con un triste cero de quince intentos desde más allá de la línea de 6,25. «Llevamos cinco años y seguramente será la primera vez que nos sucede algo parecido. Esto nos ocurre porque nuestros aleros están especialmente afectados y porque el aro lo vemos muy pequeñito», declaró el de Indautxu.
Lagun Aro sigue dependiendo de sí mismo para permanecer en la ACB. Por ello, el club espera que el apoyo del público sea clave en el partido del domingo ante el Pamesa.
