- El Alaves depende de la Real tras desmoronarse en La Romareda -
El Alavés recula hasta el abismo
·Los albiazules dependen de su victoria ante el Depor y de que la Real logre robarle un punto al Espanyol
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ZARAGOZA 3 DEPORTIVO ALAVES
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GASTEIZ
Un Deportivo Alavés que haciendo de la necesidad virtud había colocado contra las cuerdas a un Zaragoza que nada se jugaba, dio un inexplicable paso atrás en la segunda mitad que le coloca en el mismísimo abismo a Segunda División. Yes que, tras el desmoronamiento de ayer, el Glorioso está ahora mismo en manos de que una Real salvada matemáticamente ayer pueda quitarle algún punto a un Espanyol, ya que el resto de resultados tampoco ayudaron y el débil proyecto de Piterman ya no depende exclusivamente de sus propios «mercenarios».Con el empujón anímico recibido con la victoria en Mendizorrotza ante el Betis, el partido de ayer en Zaragoza era una auténtica final para el Alavés en la que el proyecto de Piterman se desinfló como un globo tras el primer pinchazo de un rival que se jugaba «poco más que el honor», rozando el siniestro total. Yes que, sólo un gol más del Zaragoza que hubiera destrozado el gol average general con el Espanyol podría haber deparado una situación más catastrófica para un equipo que, además de la posibilidad de depender de sí mismo, ayer perdió a Costanzo por sanción y a Aloisi por lesión para quemar su último cartucho ante el Deportivo. Precisamente la lesión del delantero australiano fue la gota que colmó el vaso de despropósitos albiazul ayer en Zaragoza. En apenas dos minutos, el equipo albiazul perdió a su referencia ofensiva y encajó el primer gol, lo que se unió a la falta de recursos tácticos desde el banquillo, el cansancio físico de una plantilla trabajada inadecuadamente y con los esfuerzos muy mal repartidos y la presión por el descenso, creando un cóctel letal que terminó por llevarse por delante a un Alavés angustiado. Porque por mucho que se hablara del posible maletín que recibiera el Zaragoza, en la primera mitad quedó claro que pocos incentivos hay mejores que jugarse algo tan importante como seguir en Primera y los albiazules tuvieron en la primera mitad ocasiones suficientes como para haber sentenciado a un rival en el que sus constantes fallos en pases fáciles o despejes evidenciaban su falta de intensidad. Como ante el Betis, su mayor tensión permitió al Alavés ser superior a su rival en la puesta en escena. Presionando arriba, en los buenos primeros veinte minutos el Alavés dispuso de hasta tres ocasiones muy claras de ponerse por delante en el marcador. Sin embargo, los albiazules volvieron pecar de falta de efectividad y lo pagaron caro. Jandro, novedad ayer en el once, controló un balón dentro del área y, tras dos recortes, chutó a puerta pero se encontró con un inspirado César que mandó el balón a córner en el minuto 12. Las otras dos ocasiones claras volvieron a ser para un voluntarioso Bodipo que sigue reñido con el gol. Gabi Milito, muy fallón en el inicio del partido, la pifió en un despeje y le dejó el balón franco a Bodipo que estrelló su volea sin ángulo en el cuerpo de César. Poco después, el sevillano volvió a encontrarse con César y volvió a estar desacertado en su remate, esta vez elevado. La efervescencia albiazul sólo duró media hora y esto permitió que los jugadores del Zaragoza fueran entrando al partido. Así, la opción más clara de esta primera mitad la tuvo Diego Milito en el minuto 29, cuando aprovechó un error de Gaspar en un saque de banda para darse la vuelta en el área, mandando el balón al palo.
Desplome total
Bien fuera por alguna orden interna, por el bajón físico o simplemente por el miedo que llevaban en el cuerpo, el Alavés terminó dando un paso atrás que lo llevó definitivamente al abismo. El Alavés dejó presionar arriba y sin ese hambre albiazul de comienzos del partido, el Zaragoza se sintió cómodo y decidió su calidad.Inmediatamente después de perder a Aloisi y que Piterman tuviera que recurrir a un Rubén Navarro en el que no confía y que volvió a jugar en el campo de Primera en el que mejor había llegado a jugar con aquel Alavés que llegó a ser líder, Ewerthon sacó de su sitio a Sarriegi, centró al área y Diego Milito remató completamente libre de marca, anunciando el inicio del fin albiazul. Sin recursos para reaccionar, el Alavés desapareció por completo del campo y fue un juguete en manos de un Zaragoza que le hizo tres pero que bien pudieron ser alguno más, mientras que Piterman se dedicó a reservar a jugadores como Astudillo, con cuatro tarjetas.
Pierde a Aloisi y Costanzo
J.O. GASTEIZAdemás de la posibilidad de depender de sí mismo en la última jornada, el Alavés perdió ayer con casi total seguridad a dos jugadores importantísimos como Aloisi y Costanzo para la final ante el Deportivo, se juegue cuando se juegue este jornada. El caso del portero argentino no depara dudas, ya que vio la quinta tarjeta amarilla por protestar el claro penalti de Sarriegi a Savio que supuso el 2-0 y tendrá que dejar su sitio a Bonano. Más preocupante parece lo de Aloisi, que tuvo que retirarse en el minuto 55 por problemas en la planta de su pie izquierdo todavía no hay diagnóstico que en el peor de los casos podría incluso apartarle del Mundial.
ALAVES. Finalmente fue Jandro el elegido por Dmitry Piterman para cubrir el hueco del sancionado De Lucas en el carril derecho, aunque cambió varias veces de posición con Nené. En la segunda mitad, el ucraniano tuvo que recurrir a un proscrito como Rubén Navarro tras la lesión de Aloisi. Luego reservó a Astudillo y Bodipo, dando entrada a Mena y Thiaw. ZARAGOZA. En el que posiblemente fuera su último partido al frente del Zaragoza, Víctor Muñoz apostó por su once base, con la incursión de Savio, que se despidió de su afición rumbo a Brasil. La lesión de Toledo le obligó a dar entrada a Aranzabal y los problemas de Milito a Jiménez.
Piterman: «En segunda seríamos un pez grande»
ZARAGOZA
El tono tan distinto a las bravuconerías que
profirió el miércoles tras ganar al Betis demuestra que Dmitry Piterman está
pasando por su peor momento desde que se hiciera cargo del Deportivo Alavés, ya
que los resultados deportivos no soportan ya los cismas sociales que él crea.
Así, ayer en La Romareda no hubo lugar para su habitual tono socarrón y mantuvo
otro mucho más conformista.
Eso sí, de momento no parece que una posible pérdida de
categoría le haga abandonar el club albiazul. «Yo compré el Deportivo Alavés en
Segunda y sería absurdo venderlo en Segunda. Lo bonito sería estar en Primera
pero en Segunda tenemos casi la misma entrada a Mendizorrotza que en Primera.
Una cosa buena de Segunda es que seríamos un pez grande, mientras en Primera hay
peces muchos más grandes», explicó el ucraniano.
Ahora el Alavés depende de que la Real sume algo en
Montjuic y preguntado al respecto, no descartó la opción de primar al equipo
guipuzcoano. «Está usted pregutándome si voy a incumplir la ley. Es como
preguntarte si cuando vendes un piso vas a vender en dinero B. Las primas a
terceros son primas de desesperación, son cosas de las que mucha gente habla y
enfadan a mucha gente, pero existen. Principalmente porque el formato de
competición es un poco absurdo, no sólo en España, sino en Europa. El baloncesto
y muchos deportes tienen play offs y el final se decide así. Haber proclamado al
campeón tres semanas antes, es como una carrera de bicicletas con ganador antes
de llegar a la meta. Todo el mundo sabe que el Zaragoza lleva seis semanas sin
jugar absolutamente nada y este factor de motivación viene del dinero, que es
una cosa muy importante en el fútbol», agregó.
Apuntes
Más de una hora para
abandonar el vestuario
La plantilla albiazul terminó muy tocada, mucho más
cuando supo los otros resultados, la terapia post-partido fue mucho más larga
que de costumbre y los futbolistas tardaron más de una hora en abandonar el
vestuario de La Romareda, algo que hicieron casi todos a la vez. Astudillo tuvo
que quedarse y volver en el coche de un guardaespaldas de Piterman por problemas
para pasar el control antidoping.
Doscientos aficionados en
La Romareda
Finalmente fueron unos 200 los aficionados albiazules
que se dieron cita en las gradas de La Romareda en un partido vital.
Protagonistas
Bodipo. Mucha voluntad pero su falta de
acierto de cara al gol es ya grave.
Nené. Muy descentrado, protagonizó
bastantes rifi-rafes con algunos de sus compañeros.
Costanzo. Hizo buenas paradas a Savio,
pero falló en el tercer gol a la hora de blocar y se perderá el próximo partido
por sanción.
Gaspar. Cometió fallos de concentración
inhabituales, primero permitió a Milito darse la vuelta dentro del área en la
jugada del balón al palo y el argentino le volvió a coger la posición en el área
en el 1-0.
Jandro. Fue la principal novedad en el
once, cubriendo la baja de Quique De Lucas. No le dio tanta profundidad por
banda, pero tuvo en sus botas el 0-1 tras dos buenos regates dentro del área.
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