GASTEIZ
Las dos querellas presentadas por la Fiscalía Anticorrupción contra los responsables de las sociedades de inversión de bienes tangibles Afinsa y Fórum Filatélico señalan que, según estimaciones de la Agencia Tributaria, el desfase patrimonial que presentaban ambas compañías al cierre del ejercicio 2004 era de 1.105.916.800 euros en el caso de Afinsa y de algo más del doble (2.416.301.652 euros) en Fórum Filatélico.Los escritos se presentaron el pasado 24 de abril contra cinco directivos de Afinsa (cuatro de los cuales permanecen detenidos desde el pasado martes), contra el proveedor de los sellos de esta compañía y contra cuatro responsables de Fórum Filatélico, también arrestados en la misma fecha.
Su esperado contenido se hizo público ayer, después de que los fiscales de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz y Fernando Grande-Marlaska, que investigan a Afinsa y Fórum, respectivamente, levantaran el secreto que pesaba sobre las diligencias judiciales incoadas hasta el momento.
Ambos textos son idénticos en lo referido al funcionamiento presuntamente delictivo de ambas sociedades. Se trata de negocios «de tipo piramidal, carentes de lógica y abocados al fracaso». Explican que si han podido continuar hasta hoy es «porque no faltan inversores dispuestos a sustituir a
aquéllos cuyos contratos ven-cían» (las aportaciones de los últimos servían para pagar los supuestos intereses a los clientes que llevaban más tiempo invirtiendo).
En el momento en que faltaran sustitutos, según los investigadores, los negocios irían a la quiebra. En el caso de Afinsa se dice que los lotes de sellos ofrecidos «sumamente sobrevalorados, cuando no falsos», según el análisis realizado por la Fábrica de Moneda y Timbre sobre un sello de Chipre, constituyen el único patrimonio con el que la empresa podría hacer frente a sus compromisos.
En el relato de hechos de ambas querellas se destaca que los responsables de Afinsa y Fórum han venido desarrollando durante los últimos años un negocio defraudatorio de captación de ahorro masivo, llevado a cabo en multitud de locales en numerosas poblaciones del Estado español, mediante la realización de unos contratos en serie de inversión en filatelia.
Se garantizaba a los clientes una alta rentabilidad y obtuvieron importantes aportaciones, a cambio de las cuales «entregaron lotes de sellos sumamente sobrevalorados, y cantidades en concepto de intereses que no eran tales, sino parte del metálico recibido de los propios clientes».
Por ello, según los fiscales anticorrupción, Alejandro Luzón y Juan Pavía, las dos compañías «tenían necesariamente que defraudar la buena fe de los inversores mediante una doble ficción: que el lote de sellos adquirido con su inversión era de un valor extraordinariamente superior al real y que lo abonado como intereses tenía esa condición, cuando lo cierto es que era el dinero procedente de otras aportaciones». La única viabilidad del negocio era «reproducir ad infinitum esa misma práctica defraudatoria con nuevos clientes».
El «amparo legal» de la actividad de ambas compañías se limita, según la Fiscalía, a la obligación de la entidad de someter sus cuentas anuales a una auditoría y de informar a sus clientes, lo que se ha mostrado «insuficiente para la verdadera dimensión y naturaleza de negocio descrito».
El caso de Afinsa
Según el escrito contra Afinsa, a 31 de diciembre de 2004 el número de inversores de la compañía era de 142.697 y los compromisos asumidos con los clientes ascendían a 1.750.000.000 euros. El sistema contable utilizado es sus balances era propio «de un comerciante minorista que vende sellos». Sobre el valor de éstos, la querella destaca que la mercancía adquirida por Afinsa a Guijarro Lázaro su único proveedor, cuyo patrimonio se ha incrementado de forma injustificada lo fue a un 8% de precio del catálogo, vendiéndola después a los inversores con un margen del 1.150%. En concreto, entre 1998 y 2002 se compró a Guijarro sellos por 57.884.084,03 euros, que se vendieron a los inversores por valor de 723.551.050,38 euros.
El caso de Fórum
En el caso de Fórum, los sellos son valorados conforme a unas listas de precios que la propia empresa elabora, atribuyéndoles un valor aproximadamente trece veces superior al del mercado. Según el contrato, las ventas de sellos se convierten en auténticos prestamos, y la recompra de los mismos (que era a lo que se comprometen con los clientes) determina que la empresa deje de tener ingresos reales y que prácticamente todos los gastos se conviertan en pérdidas. También en el caso de Fórum «la particular lógica económica del negocio sólo se sostiene si se mantiene la captación de nuevos clientes, cuyos desembolsos permitan cubrir las devoluciones de otros». De ahí que a la empresa le resulte esencial la red de agentes de venta, que ascendía a 2.700 personas en 2004.
Fórum realizaba compras de sellos a proveedores externos el principal era la holandesa WEC Netherland B.V. que «presentan perfiles sospechosos, vinculados a fraudes de IVA o incursos en procedimientos judiciales en sus países». El pago de sobreprecios y el traspaso de fondos fuera del Estado español podrían ser constitutivos de delito de blanqueo, «lo que queda pendiente de investigación».