Pulso interno al lehendakari
·El Cambio del PNV en la Ley de suelo se ve como el inicio de una operacion de desgaste del tripartito
En los pasillos del Parlamento de Gasteiz se empieza a hablar también de elecciones anticipadas. No para ahora mismo, pero sí para antes de finales de 2007. Los cambios que un sector del PNV quiere introducir en la Ley de Suelo se ven desde el propio tripartito como una operación de desgaste de este modelo para sustituirlo por un mayor acercamiento al PSE. Y en las quinielas aparecen como impulsores Iñigo Urkullu y José Luis Bilbao.
GASTEIZ
Cuando, ya iniciados los trabajos en Ponencia sobre el proyecto de Ley de Suelo, el PNV empezó a hablar de introducir cambios que nunca antes se habían planteado, cundió una extrañeza inicial. Ahora, la hipótesis que más fuerza ha adqui- rido en los círculos del Parlamento de Gasteiz, y que GARA ha recogido de fuentes distintas de dentro y fuera del tripartito, es que la operación constituye un pulso al lehendakari Juan José Ibarretxe, a quien un sector del PNV considera ya «amortizado».Y a la hora de hablar de esta cuestión, distintos interlocutores señalan en la misma dirección: hacia Iñigo Urkullu, actual presidente del BBB y por- tavoz del EBB, y al diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, a quien se presenta como aspirante a sustituir a Juan José Ibarretxe o a quemarse en esta batalla interna. En esta estrategia, la Ley de Suelo no sería sino la primera de varias batallas por demostrar a Ajuria Enea que quien manda es Sabin Etxea. Este sector del PNVestaría dispuesto a poner las cosas difíciles al Gobierno tripartito en todo aquello que no le guste. El objetivo final sería desgastar la opción del tripartito PNV- EA-EB, del que Ibarretxe ha hecho bandera, para sustituirla por una alternativa de mayor colaboración con el PSE. De hecho, algunos de los máximos impulsores de los cambios en la Ley de Suelo han realizado en privado comentarios señalando que su labor va precisamente en el sentido de afianzar una relación más estrecha con el PSE en detrimento de la actual coalición con EB. La idea de forzar elecciones anticipadas tendría también defensores en el seno del PNV. Sus argumentos pasarían por hacer ver que los comicios municipales y forales van a abrir un panorama muy diferente al actual, en el que la ilegalización de Batasuna favoreció mayo- rías de la coalición PNV-EA, y que por tanto serán necesarios nuevos pactos en diputaciones y ayuntamientos. Para ello miran al PSE, lo que exigiría una correspondencia en Lakua. Además, las elecciones tendrían que darse antes de que el PNV afronte su propio proceso interno de conformación del nuevo EBB, lo que corresponde hacer a principios de 2008. Junto a esto, un anticipo de las elecciones buscaría atenuar los efectos que el previsible crecimiento electoral de la izquierda abertzale podría tener en el Parlamento de Gasteiz.
Lealtad de Josu Jon Imaz
En cualquier caso, a nadie se le escapa que un intento de desbancar a Juan José Ibarretxe de la Lehendakaritza es una operación difícil y arriesgada, dados los difíciles equilibrios internos existentes en el seno del PNV.Es más, aunque son evidentes las diferencias existentes entre el presidente del EBB y el lehendakari, y es notorio que la dirección del PNV no se distingue por apoyar a Ibarretxe cuando es constantemente atacado por el PSOE, también es cierto que Josu Jon Imaz es visto como un hombre que mantiene una lealtad hacia el lehendakari que hace difícil que se embarque en una operación de este tipo. Quizá por eso la estrategia no sea echar al lehendakari, sino atarlo en corto y provocar su cansancio y desestimiento.
El PSE empieza a proponer el anticipo
I.I.
En los cálculos del PSE siempre ha estado que el horizonte del actual tripartito no excedía de los dos años. Los movimientos que ven en torno a la Ley de Suelo y las desavenencias públicas que se han dado en otras materias como la Ley de Dependencia o la «Y vasca» le han dado pie para que empiece ya a proponer el anticipo electoral. El portavoz del PSE en el Parlamento de Gasteiz lo dijo ayer con claridad. Según sus palabras, el Ejecutivo de Ibarretxe está «absolutamente debilitado y agotado en sí mismo», porque «ni lidera, ni gobierna». Por ello, pidió al PNV que reflexione sobre la necesidad de un adelanto electoral. El PP, por su parte, presentó ayer una interpelación al lehendakari para que explique las discrepancias entre los partidos que sostienen al Gobierno y qué piensa hacer para salvarlas. Tanto PSE como PP insisten en que el primer año de legislatura ya ha pasado «en blanco», sin aprobar ninguna ley. Estas declaraciones de la oposición provocarán probablemente un inicial cierre de filas público del PNV en torno al lehendakari, pero la batalla está ahí.
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