VALENCIA
Pablo Broseta, hijo de Manuel Broseta muerto en 1992 en atentado de ETA anunció ayer su intención de presentarse a la elección para la presidencia de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). La votación tendrá lugar mañana. Según explicó ayer el propio Broseta, sus prioridades si sale elegido serán «despolitizar» la AVT, «defender más que nunca la dignidad y la memoria de las víctimas del terrorismo» y «lograr el consenso y unión de todas las asociaciones para ser interlocutores básicos en el proceso abierto tras el comunicado de alto el fuego de ETA».Estas manifestaciones suscitaron una airada reacción por parte del actual presidente y candidato a la reelección, Francisco José Alcaraz, quien declaró su «desconfianza» en una persona que anuncia su postura con dos días de antelación.
Pero la parte más dura la reservó Alcaraz para unas manifestaciones realizadas recientemente por Broseta en Tele- cinco. Entonces, el hijo de quien fuera miembro del Consejo de Estado aseguró que, en el caso de ETA decidiera disolverse y entregar las armas, él estaría dispuesto, «con tal de que nadie pase por lo que hemos pasado», a la liberación de las personas condenadas por la muerte de su padre.
«Todos debemos mirar hacia delante y no hacia atrás. No podemos convertirnos en mamuts prehistóricos defendiendo posturas en contra de lo que la mayoría desea», apostilló Broseta en esta entrevista, que alcanzó notable relieve en los medios de difusión españoles.
En opinión de Alcaraz, «si la justicia es como dice él, que los asesinos de su padre salgan a la calle ante un proceso de rendición ante ETA, la mayoría de las víctimas de la AVT no lo entienden así». En esta línea, adelantó que, si gana Broseta, colaborará con él sólo siempre y cuando «exija justicia y no se rinda ante el Gobierno».
Los hermanos Luis y Daniel Portero, que fueron presidente y portavoz de la AVT hasta fechas recientes, consideraron que la presentación de Broseta viene a evidenciar que la estrategia de Alcaraz ha sido errónea por su «politización» de la asociación y por su «afán de protagonismo» personal.