En algunas circunstancias resulta incómodo pero necesario ponerse a escribir. A pocas horas de lo que será la XIX edición de nuestra Iurreta-Emakumeen Bira recibimos un par de bofetadas.
No nos pilla de sorpresa. Son ya bastantes años los que nos han curtido y que, consecuentemente, posibilitan nuestra supervivencia. El hecho de que siempre exista alguna cota que superar, es lo que nos ilusiona para continuar en la brecha.
A pesar de haberse comprometido a participar oficialmente, no va a venir la Boubnenkova. Aguardábamos con cariño e ilusión para, en la jornada inaugural, regalarle el maillot amarillo y una memoria de lo que supuso su arrolladora victoria en 2005.
Notaremos también la falta de alguna de nuestras corredoras más cercanas.
No cunde el desánimo, sin embargo. Disfrutaremos con la lucha de un buen ramillete de ciclistas: viejas conocidas como Luperini y Ljungskog o más jóvenes como lo son Senff y Brandli. Y, por supuesto, brillará y nos sorprenderá alguna más.
No están todas, pero todas lo son. No duden de que las ausencias nos hacen más fuertes y tengan claro que el próximo domingo añadiremos un nuevo nombre al historial de vencedoras de esta carrera. -