BAGDAD
Las grandes agencias de noticias internacionales destacaron ayer la liberación de 600 presos iraquíes por parte de la autorirades títeres como gesto para la «reconciliación» de los iraquíes. Una liberación lógica aunque tardía, ya que ninguna de las personas liberadas tenía cargos en su contra, pese a pasar en algunos casos más de dos años en prisión.
No fue considerada tan «lógica» la liberación de 17 de las 50 personas secuestradas el lunes en Bagdad, que además de sorprendente, confirma, según analistas, lo que era un secreto a voces: la implicación del Ministerio de Interior títere en la llamada «guerra sucia» y los escuadrones de la muerte. Al respecto, la versión del Ministerio es que «milicias chiíes» podrían haberse infiltrado en los cuerpos policiales para llevar a cabo «secuestros, asesinatos y venganzas personales».
Habitualmente, secuestros similares en el ocupado Irak suelen acabar con el descubrimiento, días después, de los cuerpos de los afectados.
Según fuentes oficiales, en la medianoche del martes patrullas de policiales localizaron a un grupo de oho personas «desorienteadas» en el barrio bagdadí de Canal, en el este de la ciudad. Todos mostraban signos de haber sido torturados. Las víctimas explicaron que habían sido secuestrado el lunes por hombre armados que les había torturado y acusado de ser «terroristas». En el mismo barrio la Policía halló después a otras siete personas, y otras dos más aparecieron a lo largo del día. Tres de los liberados presentan heridas de bala.
Las 50 personas fueron secustradas el lunes por un grupo de hombres armados con uniformes del Ministerio de Interior y que viajaban en una docena de vehículos de la Policía.Dos de los vehículos, además, tenían pintados distintivos del comando.
Inicialmente se pensó que era una incursión «oficial» de la Policía. El «objetivo» era una compañía de transporte de viajeros a Siria y Jordania.
El Ministerio del Interior dijo haber iniciado una investigación interna para aclarar lo sucedido. Por su parte, un portavoz del Ministerio de Defensa iraquí, el general, Abdel Aziz Mohammed, habló de «negligencia» de los servicios de seguridad en el sector por no haber detenido el convoy de las personas secuestradas e identificado a las personas que estaban tras el secuestro.
Los ulemas suníes han responsabilizado en infinidad de ocasiones al Ministerio de Interior iraquí de estar tras muchos de los secuestros en el país, en una estrategia de guerra sucia que contaría con la bendición de los estadounidenses.
Por otro lado, al menos veinte personas resultaron ayer muertas en los diferentes y numerosos ataques en Irak. Entre los muertos figuran diez policías y un paramilitar iraquí.
En el oeste de Bagdad, cuatro policías y un civil murieron después de que hombres armados ametrallaran a una patrulla policial. En el este de la capital, un comandante y un coronel de la Policía fallecieron por la explosión de una bomba. En otro incidente en la misma zona murieron otros tres uniformados.