Paco Larrañaga saldrá del corredor de la muerte tras abolir Filipinas esta pena
La salida del corredor de la muerte de Francisco Larrañaga puede ser inminente tras la abolición el martes de la pena capital por el Congreso filipino, una ley que aún debe ser ratificada por la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo. El Senado y la Cámara de Representantes aprobaron a última hora del martes sendos proyectos de ley que eliminan la pena de muerte en Filipinas, aunque quedan algunos trámites parlamentarios y la firma de la presidenta para la promulgación de la nueva ley. La familia confía ahora en un nuevo juicio o un indulto por parte de la presidenta.
MANILA
«Estamos felices, no sólo por Paco, sino también por otros inocentes que están en el corredor de la muerte», dijo ayer Margarita González, la madre del joven condenado, hijo del ex pelotari vasco Manuel Larrañaga. La medida por la que se elimina en Filipinas la pena capital beneficiará en primer lugar a los cerca de mil presos que se encuentran en el corredor de la muerte, entre ellos Francisco Larrañaga, condenado por el secuestro y asesinato de dos hermanas ocurrido en 1997.
«Pero para nosotros, que Paco salga del corredor de la muerte no es suficiente», dijo González, quien recordó que la nueva ley prevé la cadena perpetua para las condenas que antes se castigaban con la pena capital. «Ahora más que nunca deseamos que en algún momento pueda haber un indulto presidencial porque Paco es inocente», agregó. La familia también intenta que pueda lograrse una repetición del juicio que condenó a su hijo.
Paco Larrañaga, tío del joven, manifestó ayer que, «sabiendo que es inocente, tiene que haber algún sistema justo» de que se tengan en consideración los 35 testigos que no fueron aceptados en el proceso judicial, e incluso el testimonio del policía que «declaró que no sabía cómo se había visto involucrado» en el caso del secuestro y asesinato por los que fue condenado.
Para Larrañaga, «tiene que haber mecanismos» para lograr su libertad, bien jurídicos o bien a través de la propia presidenta, que tiene la posibilidad de otorgar el«perdón absoluto». En cualquier caso, precisó que la familia prefiere que «su inocencia sea demostrada a través de un nuevo juicio».
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