Referendum sobre la reforma del estatut Catalan
Llega el día D tras una campaña marcada por las maniobras de los partidos de cara al futuro
·el president, que ha prometido que convocara elecciones este mismo año, aun no ha dicho cuando
La incógnita sobre la candidatura del PSC a la Generalitat, los incidentes sufridos por el PP en algunos actos organizados en Catalunya, las resoluciones de la Junta Electoral Central (JEC) y la pugna nacionalista entre CiU y ERC han marcado la campaña del referéndum sobre la reforma del Estatut, que hoy será sometido a votación. Pero Catalunya seguirá de campaña hasta las elecciones autonómicas que Maragall ha de convocar.
BARCELONA
La campaña estatutaria finalizó en la noche del viernes con una última polémica, un discurso televisado y autorizado in extremis por la JEC del president catalán, Pasqual Maragall, en el que éste animaba a los catalanes a ir a las unas y votar «sin miedo» un nuevo Estatut que, a su juicio, representa un «paso de gigante» para Catalunya.Más allá de que el PP ya ha anunciado que mañana presentará un recurso porque ve vulneradas las directrices de la JEC de que la Generalitat no puede fomentar la participación ni el sentido del voto, la Junta Electoral ha tomado algunas resoluciones durante estos días de campaña que han generado malestar en la Generalitat. La JEC acordó el 2 de junio, primer día de campaña, que «ningún poder público puede hacer actos de campaña de incentivación de la participación»; también obligó a cambiar la campaña de publicidad de la Generalitat pese a desestimar su anulación y resolvió que Maragall y cuatro de sus consellers «vulneraron los principios de neutralidad informativa» en un acto en el Palacio de Pedralbes. La Generalitat anunció por su parte que mantendrá vivas todas sus apelaciones legales para sentar «jurisprudencia» y que, en el futuro y a su criterio, quede claro que el gobierno convocante de un referéndum o de unas elecciones puede animar a la participación. La campaña ha tenido como uno de sus principales protagonistas a Pasqual Maragall, quien sigue deshojando la margarita de la candidatura del PSC a la Generalitat, un asunto que está en el aire pero sobre el que el aparato del partido tiene claras dos cosas: no habrá primarias ni peleas por el puesto y, si Maragall no se presenta, la primera posición en el cartel electoral será para el primer secretario y ministro español de Industria, José Montilla.
La fecha de las elecciones
Ligado o no a esta cuestión, Maragall tiene en sus manos otro de los grandes interrogantes políticos que planean en Catalunya, la fecha de las elecciones autonómicas, que el president catalán anunció que se avanzarían para antes de final de año.CiU quiere que sean cuanto antes y ha blandido en más de una ocasión la amenaza de una moción de censura que no está decidida. Precisamente CiU y su líder, Artur Mas, han protagonizado con ERC una pugna nacionalista a cuenta del nuevo Estatut catalán. CiU ha reivindicado su protagonismo en el pacto del 21 de enero entre Mas y José Luis Rodríguez Zapatero, y ha defendido férreamente el nuevo texto la definición de Catalunya como nación y la «mejora» de la financiación y ha reprochado a los republicanos su «extraña amistad» con el PP «en contra de la mejora del autogobierno». Por contra, el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, y su número dos, el secretario general Joan Puigcercós, han reivindicado por «dignidad» el derecho a que Catalunya diga «no» al texto, puesto que en el referéndum se juega «si va a Madrid a negociar junto al País Vasco o Navarra o bien al lado de Ceuta y Melilla». Otra de las cuestiones que han destacado durante la campaña, especialmente la última semana, han sido los incidentes sufridos por líderes del PP en sus mítines y actos públicos. El primero de ellos sucedió en el mercado de Collblanc, en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), en donde Mariano Rajoy y Josep Piqué fueron abucheados. La tensión fue creciendo y tras un mitin en Granollers (Barcelona), Rajoy y Piqué fueron insultados por un centenar de personas y les obligaron a salir protegidos por la Policía tras ofrecer un mitin que intentaron boicotear.
La tasa de participación dará o quitará la razón a los contendientes
BARCELONA La participación de los electores catalanes en los cinco referendos a los que han sido llamados desde 1976 osciló entre el 40,6% que acudió a opinar sobre el Tratado constitucional europeo en 2005 y el 74,1% que votó en el referéndum sobre la reforma política diseñada por el franquismo hace treinta años. Los observadores dan por segura la victoria del «sí», pero su valor real dependerá de la tasa de participación con la que se obtenga. 5,3 millones. Un total de 5.309.767
catalanes podrán ejercer hoy su derecho al voto, 857.971 personas más de las que
pudieron hacerlo con motivo de la consulta sobre el Estatut de Sau, aprobado en
1979. Según los datos de la Oficina del Censo Electoral, de estos 5,3 millones
de catalanes un total de 132.599 están llamados por primera vez a las urnas, ya
que han cumplido los dieciocho años desde la última convocatoria, las elecciones
generales de 2004. «Extranjeros». De los electores llamados a las urnas, 108.024 residen fuera del Estado español, la mayoría en el francés (unos 16.000), en Argentina (más de 13.000) y Andorra (en torno a los 13.000). Precedentes. Al margen del referéndum de 1931, que los catalanes aprobaron con un 99,49% de síes y con una participación del 75,13% sobre un censo de 792.574 personas, en Catalunya se han celebrado tres referendos desde la llamada «transición democrática»: la consulta sobre el Estatut (1979), el de la OTAN (1986) y el relativo al Tratado constitucional europeo (2005). En 1979, 2.639.951 catalanes acudieron a las urnas (59,7% del censo electoral). En 2005, los catalanes dieron su apoyo a la propuesta con tan sólo una participación del 40,96%. En el referéndum de la OTAN, la participación ascendió al 62,8%. Piden el «sí». Proponen optar por el «sí» el Partit Socialista de Catalunya (PSC), Ciutadans pel Canvi, Convergencia y Unió (CiU), Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV-EUiA) y la plataforma «Estatut, jo sí». Piden el «no». Han defendido el «no» Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Partit Popular (PP), la plataforma «Pel dret de decidir» y las campañas «Diguem no» y «Tu decideixes». Piden el voto nulo. Han propuesto el voto nulo las plataformas «Vota lliure, vota independència», «Vota som una nació» y Els Verds-Alternativa Verda. La dirección de ERC optó inicialmente por el voto nulo, pero tuvo que corregirlo.
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