Con motivo del cumplimiento este año del 70 aniversario del golpe militar del 18 de Julio de 1936, la carrera de inauguración de monumentos recordatorios y de homenajes en torno a este hecho y a sus consecuencias ­combatientes, víctimas de la guerra y la re- presiónŠ­ por parte de diferentes Instituciones y cargos políticos es evidente. En Bilbao en cuatro meses tendremos dos: la realizada el pasado mes de febrero en el Parque de Doña Casilda y la que se celebra hoy en Artxanda.

El hecho de realizar homenajes públicos a los gudaris y milicianos y milicianas que se enfrentaron al golpe franquista es algo que también forma parte de nuestros planteamientos y objetivos. La organización y tomar parte en los mismos es una de nuestras premisas de actuación. Sin embargo, sí decimos que hay homenajes muy diferentes: no es lo mismo el homenaje a las y los fusilados en Debagoiena celebrado en Arrasate la pasada semana (chapeau!) que el que se celebró en el Parque de Doña Casilda o el que se va a hacer hoy en Artxanda. Hay entre ambos un abismo marcado por el mismo planteamiento de preparación ­participativo, popular...­, de contenido ­men- saje claro y sin concesiones­ y de referencialidad y foto ­las estrellas fueron los combatientes y las víctimas y no los políticos profesionales­. Nuestro modelo es el de Arrasate.

Es por ello que desde Ahaztuak 1936-1977 (Víctimas del golpe de estado, de la represión y del régimen franquista) mantenemos una postura sumamente crítica frente al acto que se realizará hoy en Artxanda a convocatoria de la asociación Aterpe 1936, la cual viene motivada por varias razones fundamentales.

La primera sería la utilización que una vez más se hará de gudaris y milicianos y de las víctimas del golpe de estado, de la represión y del régimen franquista por parte de determinados políticos e instituciones en función única y exclusivamente de su marketing político y de «la foto». Mientras se plantean este tipo de actos, las cuestiones de fondo, las que tienen que ver con la verdad, la reparación efectiva y la justicia para aquéllos y aquéllas a los que se dice homenajear, siguen sin dar visos de ser abordadas, pues la falta de voluntad para hacerlo por parte de los mismos políticos e instituciones que luego intentan capitalizar la foto es total: intentan quitar el carácter político a las víctimas del franquismo manteniendo todo lo tocante a este tema en «asuntos sociales»; la política de «reparación económica» planteada desde el Tripartito a través del deno- minado «decreto Madrazo» es una burla a miles de personas (entre ellas muchísimas de las que «homenajean» en Artxanda); la política de recuperación documental y de archivos y su puesta a disposición de la ciudadanía, tal y como indica el Ararteko, es inexistente, no hay ninguna implicación en la puesta en marcha y cumplimiento de la propuesta realizada por el Consejo de Europa el pasado mes de abril en torno a la total retirada de la diferente simbología franquista que aún subsiste Š

Este modelo que siguen no es ni siquiera novedoso. No es sino el mismo que siguieron en la transición algunos de los políticos que estarán presentes hoy en Artxanda y sus predecesores. Es la vieja táctica del homenaje vistoso para luego no hacer nada. Debemos recordar que gracias a ese esquema nos encontramos hoy así: reclamando verdad y justicia para las víctimas del franquismo. Algunos de los políticos que estarán en Artxanda son los que hace treinta años con su actitud impulsaron la amnesia de la transición sobre los crímenes del franquismo y quizás algunos de los homenajeados también... Se ve que no han querido aprender nada.

Además, y por si lo anterior fuera poco, en el caso concreto de la asociación Aterpe 1936 y la inauguración de la escultura en Artxanda en el día de hoy, su realidad de mero marketing político es aún más evidente dado el oscurantismo y la manipulación y utilización que se ha venido dando en torno a su gestación y convocatoria y que hemos conocido en la última semana: al menos cuatro de los grupos que aparecen como firmantes del llamamiento al acto de hoy no han participado en ningún momento en nada relacionado con el mismo, siendo su nombre utilizado sin su conocimiento y consentimiento. Dos de ellos ­ANV e Izquierda Republicana­ lo han manifestado públicamente, los otros dos decidirán cómo lo hacen, pero en cualquier caso no estarán presentes en el acto.

A esto hay que sumar el total desprecio hacia las asociaciones que hoy día trabajamos en el terreno de las víctimas del franquismo: no se responde a las peticiones de las mismas para mantener un contacto y hablar sobre los diferentes puntos de vista y hacer aportaciones, no se da ninguna respuesta a las diferentes propuestas realizadas desde ellasŠ

A la vista de estos hechos, y al igual que hemos hecho en ocasiones anteriores, desde Ahaztuak 1936-1977 queremos manifestar:

1­ Que estamos a favor de impulsar todo tipo de homenajes a los que lucharon contra el golpe franquista y a los que lo sufrieron, pero siempre con contenidos y no cuando son ­como ahora­ encubridores de una política de total abandono en lo sustancial.

2­ Que no estamos dispuestos y dispuestas a ser utilizados ­ni a dejar que los y las nuestras lo sean­ para el relleno circunstancial y utilizable en ninguna foto de campaña o en un determinado marketing de unos políticos e instituciones que con sus actuaciones ­o por la falta de ellas, que no es sino otra forma de actuar­ contribuyen a mantener y prolongar los efectos del alzamiento franquista y de la conculcación de derechos habido tras el mismo.

3­ Que antes de conmemoraciones e inauguraciones vacías de contenido y utilizando a los resistentes al golpe franquista, a sus víctimas y a sus familiares, deberían poner en marcha otras iniciativas encaminadas de verdad a conseguir lo que tanto gudaris y milicianos y milicianas como las víctimas sobrevivientes se merecen: muchos de ellos y ellas ya han fallecido sin verlo, y a muchos otros y otras les pasará lo mismo si no se hace de forma urgente dado lo avanzado de su edad.

Hoy hay otra batalla más en el monte Artxanda. Otra batalla más para los nuestros, que aquí y en otras partes combatían aquel junio de 1937. Pero esta vez Artxanda no pertenecerá al Frente del Norte, sino al frente de la memoria histórica y de la justicia, y los soldados que nuestros gudaris y milicianos tendrán frente a ellos no serán los de los franquistas, sino los del batallón «poltrona» y sus diversas compañías: Compañías «manipulación», «vamos, que es gratis», «haced como que hacemos», «a por la foto» y otras tantas... No los dejemos solos en esta nueva batalla y derrotemos este nuevo asalto al verdadero significado de su lucha y su memoria.

Nuestra trinchera: en la salida del funicular. Allí estaremos. Allí te esperamos junto con ellos. -