ITALIA 1
ESTADOS UNIDOS 1
DONOSTIA
Italia continúa sin convencer. Ayer, en la segunda jornada del Grupo E, la selección transalpina no fue capaz de pasar del empate frente al combinado de los Estados Unidos y habrá que esperar a la última jornada del grupo para conocer qué equipos se hacen con el billete para los octavos de final. Italia partía como clara favorita ante un conjunto que en su primer compromiso sucumbió ante la República Checa (0-3), pero no fue capaz de demostrar esa superioridad que se le presuponía en el terreno de juego. Los de Marcelo Lippi decepcionaron con un juego simplón, sin ideas y con una preocupante falta de intensidad.
Los azurri se vieron sorprendidos por los americanos desde el pitido inicial. Y es que los hombres dirigidos por el neoyorkino Bruce Arena saltaron a la cancha con la intención de desquitarse de la penosa imagen ofrecida en su anterior encuentro. Así, los delanteros Donovan y McBride se convirtieron en una pesadilla para defensas de talla mundial como Cannavaro o Nesta, que echaron de menos la colaboración en tareas defensivas de sus compañeros.
Estados Unidos apretó a Italia durante los veinte primeros minutos, pero fueron precisamente los transalpinos los que se adelantaron en el marcador con un tanto de Gilardino que, sin oposición alguna, cabeceó en plancha a la red un buen centro desde la banda derecha de Pirlo.
Poco duró la alegría a la afición italiana, que vio como Zaccardo anotaba en propia puerta el gol de la igualada tras despejar hacia atrás un centro desde la derecha. Lo peor para los azurri estaba por llegar, ya que apenas un minuto después, en una pugna por un balón aéreo, De Rossi se autoexpulsaba tras propinar un codazo a McBride, que necesitó varios puntos de sutura.
Las ocasiones se sucedieron en una y otra área, pero ninguno de los dos equipos consiguió ponerse por delante.A falta de un minuto para la conclusión de la primera mitad, Mastroeni vio la cartulina roja por una dura entrada a Pirlo.
En la reanudación, Estados Unidos perdió a un segundo hombre, tras ver Pope la segunda amarilla por una entrada a destiempo a Gillardino. La situación se puso muy cuesta arriba para los americanos que, lejos de venirse abajo, siguieron buscando la heróica ante una Italia desorientada.
A medida que transcurrió el tiempo EEUU se vino abajo, pero Italia no supo aprovechar la superioridad numérica y el choque terminó en tablas.