Arte emergente navarro en el Injuve de Iruñea
IRUÑEA
La sala Amadís del Instituto de la Juventud (Injuve) acoge desde ayer la exposición “Cinco años encontrándonos, 2000-2005. Arte emergente navarro”, en la que 18 artistas jóvenes muestran una obra formada por pinturas, esculturas, fotografías e instalaciones. El punto en común que tienen los artistas es haber sido premiados o seleccionados en el Certamen de Encuentros de Jóvenes Artistas de Navarra entre los años 2000 y 2005. Por ejemplo, “Reflejo”, la obra de Belén Puyo, es una superficie vertical pulida con una base de poliuretano sobre la que ha aplicado diferentes lacas para vidriera, que aportan brillo, color y horizontalidad. «Lo vertical explica la artista representa al individuo y lo horizontal, el tiempo. Se consigue de este modo que sea el propio espectador que contempla la obra el que aporta la contemporaneidad». Además de Belén Puyo, muestran también sus cuadros Mónica López Garbayo, que trata de reflejar la realidad como algo manufacturado, Fermín Jiménez Landa y Aitziber Aquerreta. La fotografía está representada por Gonzalo Nicuesa, Fermín Díez de Ulzurrun y Nerea de Diego y las instalaciones por Iosu Zapata, que muestra la deshumanización y el intento de sustituir al hombre por la máquina, June Crespo y Maite Velaz.
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