Bernat Joan es eurodiputado de ERC y copresidente del
Friend-ship, grupo de apoyo al proceso de resolución formado en la Eurocámara.
En conversación telefónica con GARA, asegura que en el Parlamento se ha recibido
de forma positiva la declaración de Zapatero y que el interés por la situación
en Euskal Herria sigue creciendo. Remarca que lo importante es que se cree la
mesa de partidos y que la ciudadanía vasca decida finalmente, y matiza que el
compromiso del presidente español debe ser tomado en cualquier caso «con pies de
plomo».
¿Cómo ha recibido el Friend-ship la declaración de José Luis Rodríguez Zapatero?
Las primeras reacciones que se observan tras la declaración realizada por Rodríguez Zapatero son positivas. Es un paso adelante porque era ya del todo necesario que se hiciera esta declaración.
¿Qué reacciones han palpado ustedes en otros parlamentarios europeos?
Existe una gran expectación y mucho interés. Existen ganas de documentarse sobre la situación. Creo que si hubiera que elegir una palabra que defina todo el conjunto sería que existe esperanza de que se pueda resolver el conflicto.
Zapatero habló del inicio del diálogo con ETA pero también de reconocer la libre decisión de los vascos. ¿Cómo valoran ambas cuestiones?
Para nosotros la parte más importante es que se
haya reconocido la libre decisión de los vascos porque en este proceso la
cuestión no es solamente el qué sino también el cómo. Y si en el cómo se incluye
un principio que ha sido totalmente exitoso en un caso como Irlanda del Norte,
estamos ante algo muy positivo.
Parece usted optimista...
En el Friendship una de las cuestiones que más claras tenemos es que, en la decisión final sobre qué camino se siga para solucionar el conflicto, la solución deben tenerla los vascos; es decir, el ámbito de decisión de los vascos es el pueblo vasco. No obstante, cogería el compromiso de Zapatero con pies de plomo porque la experiencia que hemos tenido con el Estatut no ha sido tan positiva en cuanto a promesas del presidente español se refiere.
¿En Europa se habla sólo del inicio del
diálogo con ETA o ha tenido eco también el compromiso de Zapatero de reconocer
la libre decisión de los vascos?
Las cuestiones del País Vasco cada vez importan más y ya no cabe decir que es una cuestión interna del Estado español porque la resolución de este conflicto se ha convertido en una cuestión europea, una cuestión internacional. Y, en este contexto, el tema de la libre decisión ha tenido un eco amplio en Europa. De hecho, es una de las cosas que más interés despierta: por un lado definir quién toma las decisiones al final y concretar en qué ámbito se toman dichas decisiones.
¿Qué camino cree que se abre?
Hay diversos frentes abiertos. Uno que veo absolutamente imprescindible es que se forme la mesa de partidos para la resolución del conflicto, pero ya hay diversos caminos abiertos y entiendo que la situación es favorable para que se desbloquee este último aspecto; y cuanto antes se conforme la mesa multipartita, mejor.
-Ustedes anunciaron que iban a tratar de
contactar con los grupos Socialista y Popular. ¿Lo han conseguido?
Hemos mantenido un par de contactos informales pero, en
principio, existen unas cier- tas dificultades ya que, mientras que en el
Friendship so-mos nosotros mismos quienes decidimos tomar la iniciativa y
comenzar a trabajar, los grupos mayoritarios van muy a remolque del ritmo que
plan-tea el Gobierno español. Y eso es una dificultad para la dinámica de
trabajo en el Parlamento Europeo.
En cualquier caso, ¿el anuncio abre vías de
colaboración con el Grupo Socialista europeo?
Entiendo que sí, que la declaración de Zapatero
necesariamente tiene que abrir vías de colaboración con el Grupo Socialista
porque quienes estaban esperando una decisión en este sentido ya la tienen.
En el Parlamento Europeo parece que sigue habiendo barreras; por ejemplo, para que acuda una representación de Aho- tsak. ¿Todo esto cambiará una vez que el Gobierno español empiece a hablar con ETA?
Debería cambiar. Ya sabemos que en el Estado español existen diversas sensibilidades incluso dentro del propio partido en el Gobierno, pero no tienen ningún sentido y es totalmente absurdo que se mantengan este tipo de barreras cuando no se justifican desde ningún punto de vista.
¿Cuál es la razón de que se mantengan esas barreras?
Las diferentes sensibilidades que aún existen. En el Partido Socialista existe una tendencia jacobina que no comprende muy bien la posibilidad de desbloqueo también político de la situación en Euskadi y, claro, cada cual hace su actuación. Y, al mismo tiempo, los miembros del Partido Popular español intentan obstaculizar cuanto pueden en esa dinámica.
Usted solicitaba tras el alto el fuego decretado por ETA que la Unión Europea asumiera funciones de intermediación...
Eso dependerá en parte de cómo enfoquen el asunto
los presidentes de los diferentes grupos parlamentarios. Entiendo que sería muy
necesario que la Unión Europea asumiera estas funciones, pero hacía falta
primero un gesto como el de Zapatero, desbloquear las cosas en la negociación
interna. Entiendo que incluso hace falta que se ponga en marcha primero la mesa
de partidos. Cuando todo esto esté orquestado, será un buen momento para que la
UE también haga sus funciones en este proceso. -