El paralelismo entre los trabajos del vizcaíno Víctor Erice y del iraní Abbas Kiarostami ha inspirado “Correspondencias”, una exposición en la que ambos autores, nacidos con ocho días de diferencia en el mes de junio de 1940, muestran dos variantes de «una misma actitud» ante las corrientes actuales en el cine.

Los dos cineastas matizaron que su independencia «no es por afán personal o de elitismo», sino una forma de trabajo al margen de «los modelos del sistema de Hollywood», explicó Erice.

El director vasco, responsable de una filmografía de culto con títulos como “El espíritu de la colmena” o “El sol del membrillo”, y Kiarostami, artífice de las premiadas “El sabor de las cerezas” o “El viento nos llevará”, encuentran en la infancia uno de los factores comunes de sus respectivas carreras, y por ello, la exposición se inicia con dos piezas llamadas “La infancia del arte” y “El arte de la infancia”.

«Es fundamental en la vida de las personas y la base para nuestras ficciones», explicó Erice, a lo que Kiarostami añadió que la infancia supone «una sola identidad, humana y universal».

La muestra se nutre tanto de materiales ya realizados, algunos de ellos inéditos en el Estado español, como los cortos realizados para el proyecto “Ten minutes older”, como de otros de estreno, entre ellos el eje central, formado por cinco cartas en formato audiovisual que los autores han estado intercambiándose durante los últimos meses. Este intercambio epistolar, promovido por los creadores de la exposición y realizado en castellano e iraní, ha demostrdo, según Kiarostami, «que no hace falta comunicarse verbalmente para poder entenderse», reconoció el cineasta iraní, quien añadió que «resulta más frutífero conocer primero la obra y luego al autor». Kiarostami, que también muestra su labor fotográfica y la instalación “Bosque sin hojas”, destacó de Erice su capadad de «hacer lo que quiere con el tiempo» y de empapar su cine de «una tranquilidad y serenidad que hacen mejorar como persona y que enseñan a mirar la naturaleza», comentó. La ubicación de obras fílmicas en el contexto de un museo tiene para Erice consecuencias «políticas y estéticas» ya que, explicó, «por un lado, el cine conquista un espacio público, que siempre es un logro, pero por otro, obliga a replantearse su naturaleza misma».

Comunicacion

El director de Karrantza reconoció que siempre ha buscado «un espectador con el que comunicarse de tú a tú», por lo que un museo, «donde la gente visita las exposiciones como haciendo footing», da a su obra «una nueva concepción del tiempo y el espacio en la contemplación».

Erice también mostró su interés por un cine que «se abra a fórmulas expresivas que parecen privativas de la literatura o la pintura», ya que consideró que «está cambiando la manera del público de ver películas y las salas de proyección están siendo abandonadas».

La Casa Encendida, además, ha programado para las noches de los viernes proyecciones con una selección de obras de Abbas Kiarostami y Víctor Erice, incluyendo cortometrajes y mediometrajes.

“Correspondencias” llega a Madrid, donde estará hasta el 24 de septiembre, tras pasar Barcelona y en el mes de octubre, la exposición viajará a París, donde será exhibida en el Centro Pompidou. -

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