Los ensayos de misiles norcoreanos ponen en pie de guerra a las potencias
Los ensayos misilísticos realizados ayer por Corea del Norte fueron calificados de «provocación» por EEUU y Japón, reacción a la que se sumaron, con más o menos vehemencia, otras grandes potencias, muchas con incalculables arsenales. Uno de los misiles probados es de largo alcance, pero en su primer intento no cumplió con las expectativas.
DONOSTIA
Tal y como venía anunciando desde hace semanas, Corea del Norte lanzó en la madrugada de ayer entre siete y diez misiles de prueba. Ninguno llevaba cabezas nucleares y todos cayeron al mar de Japón (mar del Este para los coreanos). Sin embargo, las grandes potencias se llevaron las manos a la cabeza e intentaron convertir este asunto en una crisis internacional. En este sentido habló la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, quien calificó los ensayos de «provocación» y aseguró que este paso ha despertado la preocupación del mundo entero. La OTAN y algunos países de la Unión Europea, como Alemania e Italia, coincidieron con la postura de Rice.Uno de los más preocupados por el «desafío» de Pyongyang era el vecino Japón. Este y EEUU pidieron una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que ayer seguía negociando una postura común. El borrador de resolución propuesto por Tokio y Washington condena los ensayos y exhorta a Pyongyang a regresar a las negociaciones a seis bandas. El esbozo también plantea que los miembros de la ONU suspendan toda ayuda económica y tecnológica a Corea del Norte, con el argumento de que podrían usarla para desarrollar misiles nucleares. Sin esperar a la resolución, Japón adelantó que aumentará sus sanciones unilateralmente. Japón canceló ayer mismo los vuelos y ferries que comunican ambos países, y anunció que frenará las remesas que envían a sus familias los norcoreanos emigrados a Japón, esenciales para muchas familias de este país empobrecido y castigado por otras sanciones económicas de Estados Unidos. Además, Corea del Sur amenazó con recortar su ayuda humanitaria arroz sobre todo a sus vecinos del norte. Más moderada fue la reacción de Rusia y China. Moscú mostró su «inquietud» por los ensayos y Pekín llamó a ambas partes a recuperar la calma. El Gobierno de Venezuela, en cambio, defendió el derecho de Corea del Norte a «desarrollar la tecnología misilística». «No comparto que sólo un grupo de países privilegiados tengan el derecho de desarrollar la tecnología misilística y al resto de la humanidad se le prohíba».
Características de los misiles Uno de los misiles era un Taepodong-2 cuyo alcance teórico oscilaría entre 3.500 y 6.700 kilómetros. Estados Unidos lo considera una amenaza porque, de confirmarse esta capacidad, llegaría a la costa oeste de su territorio. No obstante, en la prueba de ayer, la primera con este modelo, se estrelló en el mar a los 40 segundos de iniciar el vuelo. El resto de los proyectiles eran Rodong de medio alcance (basados en los Scud soviéticos).
Estos ensayos suponen la ruptura de la moratoria sobre pruebas de misiles convencionales firmada por Corea del Norte en 1999.
EEUU rechaza el diálogo cara a cara
DONOSTIA El Gobierno de Pyongyang, en boca de un funcionario del Ministerio de Exteriores, sostuvo ayer que los ensayos son un asunto de soberanía nacional. Asimismo, la televisión estatal recordó que la «fuerte capacidad disuasoria de guerra ha permitido a Corea del Norte mantener la paz». Estas declaraciones dan pistas sobre las pretensiones de Corea con estas pruebas. Pyongyang insiste en negociar su programa nuclear cara a cara con Estados Unidos y no, como hasta ahora, a seis bandas EEUU, las dos Coreas, Japón, China y Rusia. Algunos análisis apuntan a que Pyongyang busca recuperar el protagonismo que ahora acapara Irán con su programa nuclear. En cualquier caso, el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Tony Snow, volvió a rechazar ayer el diálogo directo, porque «esto no es un asunto estadounidense y no vamos a dejar que Corea del Norte lo transforme en eso», advirtió. Las negociaciones están actualmente en punto muerto, puesto que no son capaces de acordar las condiciones en que Pyongyang suspendería su programa nuclear.
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