BILBO
Varios cientos de personas participaron ayer en las manifestaciones de bienvenida convocadas por Askatasuna en las loca- lidades de los procesados bajo el lema «18/98 epaiketa eten. Auzitegi Nazionala itxi. Utzi pakean Euskal Herria» para exigir la paralización inmediata del sumario 18/98 y la desaparición de la Audiencia Nacional.En Laudio, 125 personas se movilizaron en apoyo a Pablo Gorostiaga e Isidro Murga, y en Gasteiz 112 vecinos se concentraron en solidaridad con Txema Matanzas y Alberto Frías. Iñaki O’Shea y Eider e Iker Casanova fueron recibidos en Barakaldo por un centenar de personas y en Ordizia otras 100 se manifestaron en apoyo a Mikel Korta e Inma Berriozabal.
En Berriozar, otro centenar de personas se movilizó en solidaridad con Jaime Iribarren. La Guardia Civil ostigó a los manifestantes e identificó a quienes portaban la pancarta.
En Bergara, José Luis Elkoro y Xabier Arregi fueron recibidos por 70 vecinos; 60 personas se encartelaron en la plaza Telletxe de Algorta en apoyo a Paul Asensio; y en Bermeo 40 vecinos manifestaron su solidaridad a Olatz Egiguren. En Arrasate, se concentraron 80 personas. Además, hubo actos similares en Bilbo, Bakio, Ea, Elorrio, Iruñea, Santurtzi, Ondarroa, Donostia, Villabona, Elgoibar, Hernani y Errenteria.
El portavoz del organismo antirrepresivo Julen Larrinaga indicó el lunes en un comunicado que tanto el archivo del macrosumario como la desaparición del tribunal especial español son exigencias «aún más necesarias desde un punto de vista democrático» si se tiene en cuenta el proceso político abierto en Euskal Herria. Al mismo tiempo, consideró que el PSOE «aún no ha entendido que las palabras deben ir acompañadas de hechos».
Batasuna, en Bilbo
Por su parte, Marije Fullaondo denunció que el juicio que se sigue en la sede de la Casa de Campo de Madrid evidencia que «el camino tomado por los estados español y francés contra Euskal Herria es la represión», y exigió a los gobiernos de Madrid y París «que cesen en su estrategia represiva, porque el único camino para solucionar el conflicto político es el diálogo y la negociación».
La mahaikide se concentró al mediodía ante el Palacio de Justicia de Bilbo junto a otros dirigentes independentistas como Jone Goirizelaia e Ibon Arbulu. Desde allí, exigió la suspensión de todos los juicios y sumarios abiertos y, en concreto, demandó que «se garanticen todos los derechos civiles y políticos» de los imputados.