En estos momentos nos encontramos en la fase de alegaciones al Plan de Desarrollo Rural Sostenible (PDRS) de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. En Nafarroa el proceso se encuentra más retrasado, a la espera de que se presente el Borrador de PDRS. Este documento debe fijar las orientaciones estratégicas del mundo rural de la CAV y Nafarroa, siguiendo siempre las directrices marcadas por Bruselas.

Desde EHNE hemos denunciado en infinidad de ocasiones que tales directrices priman los intereses de la industria agroalimentaria, fomentando la intensificación e industrialización de la agricultura. Las consecuencias son la pérdida de empleo agrario, el deterioro ambiental y los riesgos alimentarios.

El Gobierno Vasco y Navarro tienen a través del PDRS la posibilidad de poner en práctica medidas que tomen en cuenta otros valores como la dimensión social, cultural y ambiental que tiene la producción y consumo de alimentos. A la espera de lo que haga el Gobierno de Iruñea, la propuesta del Gobierno Vasco no ha aprovechado esa posibilidad, por lo que EHNE ha presentado numerosas alegaciones al borrador de PDRS, que esperamos se tengan en cuenta.

El modelo de agricultura que defiende EHNE se basa en la tierra, produciendo alimentos en cantidad y calidad suficientes para el mercado interno, respetando el medio ambiente y manteniendo la población de las comunidades rurales. Todo ello respondiendo a las demandas de la sociedad vasca en su conjunto.

Para lograr este objetivo es preciso adoptar medidas e impulsar la agricultura familiar y social como forma de producción y los canales cortos de distribución. En múltiples ocasiones las Administraciones vascas encargadas de diseñar las políticas agrarias hacen suyos estos objetivos públicamente, para acto seguido llevar a la práctica medidas que van justo en la dirección opuesta.

Las alegaciones y propuestas de EHNE han incidido en la necesidad de convertir a las productores y productoras en el eje principal de la política agraria. EHNE ha incidido en incrementar las ayudas a productores y productoras. Esto se justifica por la bajada de precios que ha supuesto la reforma de la Política Agraria Común. Para ayudar al agricultor y agricultora es necesario hacer una reasignación de las partidas presupuestarias del PDRS, justo al contrario de lo propuesto por el Gobierno Vasco que potencia a las industrias transformadoras. Sirve como ejemplo que las ayudas dirigidas al agricultor suponen el 25% justo el mínimo establecido por la Unión Europea. La media estatal, por el contrario, es del 33%. Unido a ello hay que mencionar la sobrevaloración y sobrefinanciación que otorga el Gobierno Vasco al sector forestal frente al sector no forestal en el marco de las medidas destinadas a la producción agraria.

Una de las maneras para potenciar al sector productor es hacerlo partícipe de los procesos de transformación y comercialización. La transformación de los productos agrarios en el caserío y la venta a través de canales cortos de comercialización permitiría obtener un mayor valor añadido a las y los pequeños productores.

No obstante, durante los últimos años todas las iniciativas del Departamento de Agricultura han ido en la línea de integrar a las y los baserritarras en grandes estructuras de transformación y comercialización, dejando a los y las baserritarras la mera función de atender su demanda. El PDRS vuelve a insistir en esa misma línea. Del mismo modo, y aunque sea a través de otro Departamento, el Gobierno Vasco favorece claramente la implantación de grandes superficies en detrimento del pequeño comercio que hace posible dar una salida a la producción baserritarra.

EHNE insiste en que se deben buscar fórmulas que incorporen y aseguren la participación del sector productor no sólo en la transformación de sus productos, sino en la comercialización directa de los mismos.

El PDRS instaura un sistema de baremos a la hora de implantar sus diferentes medidas. EHNE comparte la necesidad de establecer baremos (prioridades), pero rechaza que estén ligados exclusivamente a la rentabilidad económica. Es preciso establecer baremos que tengan en cuenta criterios como la sostenibilidad, la rentabilidad social a la hora de aplicar las medidas de apoyo que contempla el PDRS, más allá de los criterios puramente productivistas y economicistas.

Estas son algunas aportaciones que ha realizado el sindicato EHNE al Plan de Desarrollo Rural Sostenible de la CAV. -