SEUL
Las recientes pruebas de misiles por parte de Corea del Norte parecen haber surtido su primer efecto, ya que EEUU ha evocado, por primera vez, la posibilidad de un encuentro bilateral, una de las principales exigencias del Gobierno de Pyongyang.El enviado de EEUU, Christopher Hill, ofreció un encuentro cara a cara a cambio de que Corea del Norte vuelva al formato de «conversaciones a seis» (las dos Coreas, China, Rusia, Japón y EEUU).
Pyongyang se desvinculó de estas negociaciones después de que Washington diera en setiembre pasado una vuelta de tuerca más en su política de sanciones al congelar varias cuentas bancarias, lo que supuso el bloqueo total del comercio exterior de Corea del Norte.
Su Gobierno mostró ayer su disposición a volver a la mesa de negociaciones si EEUU desbloquea esas cuentas.
«Imprudente»
Hill se aferra ahora al lanzamiento de misiles para rechazar ese levantamiento de sanciones. «Estamos ante un país que ha lanzado misiles de una forma totalmente imprudente», señaló el representante de la mayor potencia militar mundial, para la que los lanzamientos de sus misiles es algo totalmente normal.Paralelamente, el Pentágono anunció el despliegue en Japón de un destructor de línea alta del Ejército estadounidense con capacidad para detectar e interceptar misiles.
El USS Mustin arribó al puerto de Yokosuka, la base de la Séptima Flota de EEUU, con una tripulación de 300 marineros.
A la Séptima Flota también se añadirá en agosto el crucero USS Shiloh.
