Etxerat exige a Zapatero y Chirac que pongan fin a las medidas de excepción
Etxerat exigió ayer a José Luis Rodríguez Zapatero y Jacques Chirac que «sin ningún tipo de condiciones pongan ya fin a las medidas de excepción. Sea cual sea la situación política, tienen que hacerlo ya». Les instó también a que «garanticen unas condiciones dignas para que los represaliados puedan participar como cualquier otro agente».
ARTIKA
Etxerat aprovechó la habitual comida de familiares de Sanfermines para lanzar un claro emplazamiento a José Luis Rodríguez Zapatero y Jacques Chirac. «Las medidas de excepción contra nuestros familiares presos y exiliados deben acabar ya y sin condiciones de ningún tipo, sea cual sea la situación política», subrayaron Estanis Etxaburu e Ilargi Jaunarena ante un abarrotado frontón de Artika. Incidieron en que «el mantenimiento de tales medidas es sinónimo de muerte y dolor». En esa línea, reiteraron que «las políticas penitenciarias de excepción no hacen más que alimentar el conflicto y causar sufrimiento».«Les exigimos que garanticen unas condiciones dignas para que también los colectivos de nuestros familiares y allegados represaliados puedan participar como cualquier otro agente en los foros o marcos de debate donde ellos crean conveniente», manifestaron los representantes de Etxerat. Insistieron en que los gobiernos español y francés tienen que reconocerles «todos» sus derechos: «Su estatus político y el derecho a vivir en libertad en Euskal Herria. ¡Y, tienen que hacerlo ya!». Recordaron que tal exigencia es compartida por la mayoría de la ciudadana vasca, «así se plasma en el Foro de Ibaeta y en innumerables y diferentes actos realizados por la mayoría social y sindical». Nuevamente, les instaron a que «empiecen a respetar desde ahora mismo, desde hoy, la decisión de la ciudadanía vasca y comiencen a trazar ya el camino que debe traer a casa a todos esos centenares y miles de hijos e hijas de este pueblo».
«Aunar esfuerzos»
Remarcaron también que más que palabras necesitan hechos por parte de los mandatarios, instituciones, partidos políticos y agentes. Etxerat, por su parte, reafirmó su compromiso en la búsqueda de una solución que no deje flecos que hagan surgir nuevos familiares. «Estamos seguros de que nuestros familiares y amigos harán lo mismo. Somos conscientes también de que tendremos que superar numerosos obstáculos; obstáculos creados por intereses de Estado y de ciertos partidos», destacaron. Con el fin de hacerles frente y avanzar, llamó a «aunar esfuerzos por encima de siglas». No dudó en que «con compromiso, sinceridad y sumando fuerzas» conseguirán sacar a los presos políticos de «los centros de tortura» donde están y repatriar a «nuestros allegados que están al otro lado del mar». Para finalizar un acto que reunió a más de 500 personas entre familiares y ex presos políticos vascos, Etxerat expresó su plena confianza en que lograrán «una amnistía plasmada en un acuerdo político que traerá la solución para siempre».
«Ese día sí que habrá una gran fiesta»
ARTIKA Mucho calor y buen ambiente era lo que ayer reinaba en el frontón de Artika. Todos llevaban anudado al cuello su pañuelo rojo sanferminero. En la mente de todos estaba que José Mari Sagardui, Gatza, cumplió ayer 26 años preso; que hace una semana a Isidro Garalde le dio un infarto; el trato policial a Aitziber Sagarminaga cuando fue a hacerse una revisión ginecológica; la situación de Unai Parot y los presos en Huelva; o la huelga de hambre que está llevando a cabo Mikel Urkia contra su expulsión al Estado español. Para todos ellos hubo una mención especial, así como para los familiares de los presos Kotto Altzuguren, Roberto Sainz e Igor Angulo y de los exiliados Iñaki Fernández, Aitor Elorza e Imanol Gómez, fallecidos este último año. Con esta comida quisieron reflejar «el día en que comeremos junto a nuestros presos y exiliados. Ese día los Sanfermines se celebrarán en todos los barrios, pueblos y capitales de Euskal Herria; ese día sí que habrá una gran fiesta». La de ayer intentó aguarla la Guardia Civil, que identificó a tres personas que ayudaban a aparcar a los que llegaban a Artika; a dos les dijo que serían multadas.
|
