«La siesta no es un capricho, y no se debe suprimir»
Los trastornos del sueño preocupan cada vez más a la sociedad, pero la mayoría de los casos de apnea en menores no reciben tratamiento. Dos especialistas informan de la necesidad de prevenir y detectar estos trastornos. Asimismo, destacan la importancia de la siesta y las consecuencias que puede tener la televisión.
DONOSTIA
El sueño, considerado tan o más importante que cualquier otra función vital por su labor regeneradora del organismo, preocupa cada vez más a la sociedad, sobre todo en lo referente a los niños y niñas. Aunque hasta hace pocono se le ha dado especial importancia al ronquido de los menores. Hoy en día se sabe que «los niños que son habituales roncadores sufren hiperactividad, cansancio, somnolencia en clase o baja concentración». Así lo explicó el doctor Ramón Ugarte, del Centro de Salud de Gasteiz, en los Cursos de Verano de la UPV.Según Ugarte, aunque las familias se preocupen cada vez más por el sueño, la mayoría de los menores que sufren apneas paro respiratorio durante el sueño superior a diez segundos no reciben tratamiento, bien porque los padres lo consideran normal o por desconocimiento. El ponente señaló que es el pediatra quien debe valorar si el menor sufre un trastorno, y trató con especial relevancia el tema de la siesta: «La siesta no es un capricho, y no se debe suprimir», aseguró.A este respecto, criticó el horario escolar asegurando que es uno de los factores causantes de los desórdenes del sueño, porque «está demostrado que el niño rinde más si no se le suprime la siesta».
La televisión, el gran enemigo
Ugarte indicó que la televisión es «el otro enemigo del sueño» porque, según el especialista, la intensidad lumínica del aparato incide negativamente en el sueño, tiene consecuencias en el rendimiento del menor y en su desarrollo cognitivo. Antes de acabar con su comparecencia, subrayó que estos trastornos deben ser tratados y advirtió de que en la mayoría de los casos son prevenibles. «Eso sí puntualizó, es necesario actuar tanto en el ámbito familiar y escolar como en el sanitario y administrativo». Por su parte, Joaquín Durán, médico neumólogo de la Unidad delSueño del Hospital de Txagorritxu, aseguró que la apnea es un signo de alarma hoy en día y alertó de que «en un futuro cercano será una enfermedad». Durán informó de que la apnea afecta a cerca de 2.500 millones de personas, e indicó que más de la mitad no son conscientes. Aclaró que la apnea produce una fragmentación del sueño, aunque los afectados no se den cuenta. Añadió que existen análisis especializados para detectar los trastornos de apneas que permiten realizar un tratamiento adecuado y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida de los afectados.
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