Txema GARCIA CALLEJA | Epidemiólogo de la OMS
«Las patentes impiden crear ciertas medicinas para combatir el sida»
La evolución de la infección por VIH así como los recursos para tratar a los pacientes no se han dado de la misma manera en los países desarrollados y en los empobrecidos. En los primeros, el sida es considerado enfermedad crónica. En los demás, las tasas de mortalidad no disminuyen y al año fallecen cerca de 3 millones de personas infectadas.
L icenciado en Medicina y Máster en Salud Pública, el
alavés Txema García Calleja ha desempeñado varias funciones en la OMS, en el
Departamento de VIH-Sida y en el de Pruebas Científicas e Información para las
Políticas. También ha trabajado a pie de obra en países como Afganistán, Camerún
o Guinea Ecuatorial.
La evolución de la enfermedad ha sido diferente en los países desarrollados y en los empobrecidos. ¿Cuáles son las causas?
La diferencia está en que la mayoría de los infectados vive en los países del sur, mientras que el 20% está en los países desarrollados. El problema es el impacto de mortalidad, es decir, en muchos países del sur no hay medicamentos mientras que en los del norte, debido al acceso de medicamentos antirretrovirales, el impacto de la mortalidad ha decrecido.
Usted asegura que lo peor está por llegar.
Sí, porque en unos 10 ó 15 años tendremos un número importante de personas que van a necesitar atención. 8 millones de personas están infectadas de VIH-Sida, de las cuales 5 ó 6 millones necesitan tratamiento. Pero tenemos una bolsa de 30 millones de infectados que no tienen síntomas. Esas personas van a desarrollar la enfermedad dentro de unos 5 ó 10 años.¿Cuál es la función que cumple la OMS y
cómo se puede ayudar a los países en vías de desarrollo?
La OMS establece las pautas de prevención más adecuadas
para los países del sur, intenta movilizar más recursos y establece cuáles son
las necesidades a nivel de recursos financieros y técnicos para poder
desarrollar programas apropiados en el sur. Por ejemplo, los medicamentos que se
dan en los países del sur son tratamientos para evitar resistencias a
antirretrovirales que han sido desarrollados con la OMS. El 80% de los países
del sur adaptan los régimenes programados por la OMS.
Además de en la OMS, ha trabajado sobre el terreno. ¿Cuál es su impresión sobre la situación real de estos países?
Destacaría que en Africa los índices de suicidio son mucho más bajos que en otros países. Esto lo digo para resaltar que, aunque hay mucha pobreza, sufrimiento y malas condiciones, eso no significa que haya falta de alegría o de vivir.La imagen tan negativa que se da de estos países no tiene nada que ver con la vitalidad de la gente.
Expertos aseguran que los países desarrollados incumplen su promesa de incrementar los recursos destinados al Fondo Mundial de la lucha contra el sida. ¿Comparte esa opinión?
Sí, sí que es cierto. En todas las cumbres que hace Naciones Unidas para recaudar fondos para estos problemas, las contribuciones prometidas son muy altas pero luego no se traducen a la realidad. En la que organizó para la posible epidemia de la fiebre aviaria se recaudaron 2.000 millones de dólares en menos de tres días. Evidentemente, porque los países ricos veían un potencial problema en sus países. Ahí tienen los bolsillos mucho más flojos.
¿Cómo influye la competitividad de la industria farmacéutica en todo esto?
Los medicamentos están regidos a patentes, que viene a ser un sistema de protección de la producción, y el beneficio pertenece a la compañía que los registra. La patente dura 20 años y la única compañía que puede fabricar, producir o distribuir ese medicamento es la compañía que registra la patente. En los años 90, los medicamentos antirretrovirales estaban bajo patente y en precios muy altos, a una media de 15.000 dólares por paciente y año. El costo hacía que los medicamentos fueran inaccesibles para los países del sur y, ahora, algunas patentes han caducado y otras compañías han dejado la patente libre. Pero los países no pueden producir todos los medicamentos que necesitan, porque todavía hay medicamentos bajo patente.Un informe del Departamento de Sanidad de
Gasteiz revela que, a pesar de que la sociedad conoce las formas de transmisión
del VIH, los casos por transmisión sexual han aumentado. ¿Se debe a un fracaso
de las campañas de educación? La educación sexual en las escuelas es fundamental y el preservativo tiene que estar disponible para toda la gente. Lo que ocurre es que las campañas de educación en periódicos, revistas o de radio y televisión no son campañas que sean realmente eficaces a la hora de educar a la gente. Lo que deben hacer es establecer una agenda pública para cambiar el comportamiento de la gente. También está el tema de la fatiga; llega un momento en el que la gente no escucha. Ve, pero no ve, oye pero no escucha. Hay que ir a los medios de los jóvenes para establecer unas campañas de educación y comunicación adecuadas. Además, el sector de población que está a más riesgo del VIH no está escuchando la radio o la televisión todos los días.
¿Considera que la desigualdad de género sigue influyendo en la propagación del VIH?
La mayoría de las infectadas son mujeres y la situación de la mujer, la condición social en la que está anclada, sigue siendo un factor agravante. Además, el 80% de los niños se afectan a través del embarazo, es decir, cuando la madre está embarazada, durante el parto o bien al dar la leche materna.
¿En cuanto a la discriminación?
El problema de la discriminación sigue estando presente en muchos países, aunque haya mejorado mucho. En el caso de Africa del sur, hace sólo cuatro años una mujer seropositiva fue apedreada por sus vecinos.Hay mucha discriminación, y eso hace que los pacientes accedan menos al diagnóstico. -
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