Julián AZKARATE | Integrante del equipo del programa «Vaya semanita»
«En los últimos veranos he vivido mil y un ‘humans’, pero no contaré más»
Es el reportero dicharachero de «Vaya semanita»,
donde lleva en el equipo las tres temporadas de éxito del programa de ETB-2 y
anuncia otra campaña más. Un argentino nacido en Nueva York y residente en
Donostia, que también ha trabajado de publicista y hasta de DJ.
¿Cómo se presentan este verano las vacaciones?
Empezamos las «vacaciones» el 15 de junio, pero de momento no he decidido hacia dónde iré, pero me dejaré ver por el Festival de Benicassim, seguro.
¿Estar sujeto a las audiencias quiere decir que uno coge vacaciones de verano pero no sabe si regresa en setiembre?
Las audiencias este año han variado bastante, ha costado mucho trabajo por parte de todo el equipo y me refiero a delante y detrás de las cámaras, sobre todo sacar adelante el producto, pero por suerte tenemos una media bastante buena y, por lo que tengo entendido, volvemos con toda la carne en el asador a mediados de setiembre. Gracias queridos tele-espectadores
¿Cómo ha sido esta última etapa en «Vaya Semanita»?
Por mi parte te puedo decir que me tocó enfrentarme al reto de llevar a cabo el rol de reportero dicharachero que antes ocupaba Iñigo Aguirre. Tenía el listón muy alto y el miedo que a veces da enfrentarse a lo desconocido; no obstante, creo que he defendido bastante bien mi trabajo y que a la gente le gusta lo que hacemos, pese a que haya cambiado el formato o los personajes del programa.
Trabaja en la tele, ¿qué suele ver luego en ella?
Me gusta mucho ver películas, y aunque no suelo ver mucho la tele, si veo algo me tiro más por Buenafuente, Cuatroesfera y al medio día los Simpsons, sin duda.
¿Cuál suele ser el «Human Behavior» de Julián Azkarate en verano?
Me ha pasado de todo. Podría decirte que en los últimos veranos he vivido mil y un «humans», pero aquí sí que voy a ser escueto y me voy a reservar el derecho de no contar más de lo debido para no manchar más mi imagen. Pero, en definitiva, todos vivimos «humans» tarde o temprano.
¿Y de qué vacaciones de verano guarda un mejor recuerdo?
Todos los veranos son diferentes, me gusta rodearme de mis amigos en general, pero uno de los mejores fue el año que tocó Radiohead en el FIB, creo que fue en 2002 , donde tuvieron la oportunidad de viajar algunos amigos desde Argentina y fue una especie de verano festivalero y de reencuentros por todo lo alto.
Recomiende Argentina como destino turístico.
Todos los vascos tienen ahí algo de familia, un primo, un tío, una abuela, etcétera. La familia siempre es bienvenida pese a no conocerse. Además, los argentinos son muy receptivos con los vascos y muy similares en costumbres. Yo creo que es un destino distinto en el cual se puede estimular mucho de los cinco sentidos. Además, tras la crisis el cambio euros-pesos es muy favorable para el turista, y, además, seamos realistas, todos saben de dónde viene la mejor carne.
¿Y Euskal Herria?
Gran país en el cual se puede disfrutar de todo tipo de paisajes, gentes, costumbres, sabores, etcétera. Un lugar único en el cual en tan sólo un par de horas te puedes encontrar con las cuatro estaciones del año. Y aquí también hay que ser sinceros, todos saben que el nivel gastronómico es de lo mejor del mundo. Ven y cuéntalo... y si no le gusta le devolvemos su dinero.
Por cierto, perdone el atrevimiento, ¿pero qué hacía usted naciendo en la ciudad de los rascacielos?
Argentina estaba en plena dictadura militar y mis padres, siendo sicólogos, pues como que no estaban en la lista de los favoritos del Estado y se dijeron «llevemos al chaval al país desde el cual se está imponiendo este sistema ‘democrático’» y así fue. Exiliados a los Estados Unidos, luego mi padre se mudó a Madrid y yo volví a Argentina con mi madre, a los 8 años, hecho todo un «gringou». Siempre me hizo mucha gracia ver cómo los yankis pronunciaban mi apellido.
¿Muchos amores de verano en el camino?
De momento estoy en pareja, así que si te digo que sí voy a tener un lío del copón en casa.
Por cierto, después de explicar tanta filosofía sobre cómo ligamos, se sabrá todos los trucos...
Eso, como se dice, no tiene muchos trucos. Lo que sí te puedo decir es que a la hora de ligar no hay muchos trucos, hay que intentar ser uno mismo y si eso no funciona ¿qué quieres que te diga?, pues pon cara de que te interesa mucho lo que te cuentan y miente como un perro.
Dígame la verdad, ¿cómo somos los vascos? ¿De verdad son ciertos los estereotipos que nos cuelgan fuera?
Yo creo que son más los estereotipos que cuelgan aquí. Dicen que los vascos no son muy lanzados a la hora de ligar, pero yo he visto a bastantes vascos lanzados, así que en ese aspecto te diría que van de tímidos pero luego se sueltan. A lo mejor no tienen mucha facilidad de palabra, pero para eso ya di un consejo bastante claro... Pero los vascos en general son muy nobles y generosos.
¿A quién le gustaría tumbar en el «diván de Julián»?
Tumbaría a Bush y le haría unos cuantos experimentos de los que le gustan hacer a él... o mejor, lo haría comer alubias y chuletas hasta que tenga un foie en la tripa del tamaño de Texas. No quiero entrar mucho más en detalles, pero ya se lo pueden imaginar.
¿Es de los que le gusta lucir palmito en la playa?
No, la verdad es que me gusta ir a la playa a surfear, si no, me suelo aburrir un poco tumbado.
¿Cómo se lleva eso de ir de fiesta y que la gente le reconozca a uno a cada paso que da?
A veces te dan un poco la chapa. Sí, la verdad es que a veces da un poco de corte entrar a algún sitio y convertirte en el centro de las miradas, pero qué se le va a hacer, son gajes del oficio.
En su currículum pone que fue DJ. ¿Con qué canción del verano se queda este año?
Uff, pues ahí me pillas un poco verde. Los éxitos del verano no son mi fuerte. Cuando vuelva de Benicassim reformulamos la pregunta. -
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