RENNES

No es de extrañar que el ucraniano se mostrara ayer especialmente feliz con un triunfo que «quería desde hacía mucho tiempo» y que junto al que consiguiera hace unos días Mathias Kessler «es muy importante para nuestro equipo, porque estamos viviendo un momento delicado».

Lo cierto es que Honchar adopta, aunque sea momentáneamente, el papel de Jan Ullrich. Algo de lo que se siente orgulloso, pero ante lo que muestra muchísima precaución. «Iremos día a día viendo hasta dónde podemos llegar ­explicó­. Estoy realmente feliz de ganar una etapa y coger el maillot amarillo, pero no sé qué puede pasar en los próximos días. No quedan muchas estapas hasta llegar a los Pirineos y es allí donde se sabrá más», reconoció. De todas formas, asegura haberse «preparado al cien por cien para este Tour» tras haberse retirado del pasado Giro y «como mis compañeros, quiero demostrar que soy competitivo».

Respecto a la contrarreloj, el contrarrelojista de T­Mobile explicó que «era un poco más complicada en los primeros kilómetros, pero me sentía muy bien y sabía que tenía que aguantar. Era duro, porque pegaba viento de frente, pero me decía a mí mismo “sigue, tienes que aguantar”, porque sabía que al final podía haber una fuerte recompensa. No soy joven, pero sí siento que lo soy en mi interior, que es lo que cuenta», concluyó el veterano corredor.