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Según su discurso, el técnico de Goizueta parece decidido a reavivar el día a día del equipo, introduciendo nuevos bríos y nuevos métodos. «Se tiene que acabar el tópico de que en Zubieta es un día más. ¡No!», explicó, «hay que darle vida a cada día» en los campos de entrenamiento, tanto por parte de los jugadores como de todo el que allí trabaja. «En las últimas temporadas percibía la sensación de que se apagaba la vela alrededor del primer equipo, y tenemos que volver a encenderla. Tenemos que empezar a disfrutar de la profesión, que es maravillosa. Quiero dar un paso adelante, porque en los últimos años parece que miramos para abajo, y eso no puede ser así. Y también quiero que los jugadores tengan retos individuales, y trabajen para alcanzar esas ambiciones, tanto personales como colectivas», explicó Bakero.

Pese a las aparentes limitaciones económicas del club, José Mari Bakero ha reforzado el equipo con cinco extranjeros, una actuación que ha creado cierto debate entre la masa social porque supone la pérdida de la identidad de cantera que ha caracterizado al club. «La gente de la Real ha hecho un esfuerzo muy importante y yo he intentado ser lo más rígido posible en mis posiciones, y usar ese dinero que nos han dado los accionistas para crear la plantilla más competitiva posible, siempre dentro de los parámetros en los que se mueve actualmente el club. Los que tenemos que configurar la Real Sociedad del año que viene tenemos que creer en lo que hacemos, y todo tiene un sentido», apuntó.

En este sentido, Bakero sostuvo que ninguno de los fichajes «viene a quitarle el puesto a nadie, sino a sumar. No son duelos individuales de Rekarte contra Gerardo o Darko contra Skoubo. Aquí no hay duelos, esos son los del oeste. Todos son compañeros y jugadores de la Real Sociedad, tienen que intentar mejorar individualmente y competir para jugar en el equipo, no por una posición concreta ni para superar a alguien en particular».

«Confío absolutamente en la plantilla que hemos hecho. Creo que el equipo es competitivo, muy equilibrado y polivalente. Los nuevos vienen a reforzar posiciones de atrás o el centro del campo, pero eso es compatible con el buen fútbol».

La Copa, hecha a medida

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En su afán de transmitir ilusión, Bakero, no se puso límites en la Liga y entiende que puede ser un buen año para hacer algo en la Copa. «Yo nací en Goizueta, y no podía ni soñar con jugar en la Real, pero lo hice, y gane dos Ligas con los txuri urdin, otras cuatro y la europea con el Barcelona, disputé dos Mundiales... Así que hoy, como entrenador, yo que he tenido tanta suerte en mi vida, ¿por qué no voy a soñar con ganar la Liga con la Real?», explicó. No obstante, confía especialmente en la Copa. «Tengo muchísimas ganas de recuperar la ambición en la Copa. Creo que es un torneo hecho a la medida de la Real y quiero enfocarlo de otra manera».