DONOSTIA
Glaskultur. Cultura del vidrio. La sala de exposiciones del Koldo Mitxelena acoge desde hoy hasta el próximo 23 de setiembre una exposición bajo el título “Glaskultur. ¿Qué pasó con la transparencia?”. Esta exposición plantea un relato, una especie de microensayo. Se puede definir como una exposición de tesis.
Martí Perán, comisario de la exposición, fue el cicerone de la presentación. Según él, «este trabajo sirve de pretexto para intentar rumiar, especular, pronunciarse... sobre varios temas. Esta obra es diferente».
Glaskultur es un concepto alemán que cuajó en el siglo XX. Uno de los eslóganes que se utiliza en este ámbito es que «la modernidad va vertebrando su cuerpo teórico». Perán aclaró que «la modernidad sueña una mejoría en todos los estados. Esa mejoría se refleja en muchos aspectos, y uno de ellos es el vidrio».
En este proyecto participan varios artistas de todo el
mundo, y de disciplinas diferentes, ya que acoge la pintura, la fotografía, la
escultura e imágenes tomadas con videocámaras. El trabajo está dividido en siete
capítulos que definen las características más importantes del mundo Glaskultur.
Obra de capítulos
El primer capítulo, titulado “Transparencias”, dice que «en la transparencia moderna el sujeto tiene a su alcance un mundo oscuro; no distingue el interior del exterior, la luz de la oscuridad, observa espectros y reflejos...». Este punto refleja la pluralización de la unilateralidad moderna.La “Densidad” es otro de los temas tratados en la muestra. Se crearon las llamadas “unidades habitacionales”. Esto ocurría en las periferias de las grandes ciudades. Una de las obras de la llamada “Densidad” tiene como ejemplo un bloque de casas que se ubica en las afueras de Roma. Cuenta con un kilómetro de longitud, y en él viven mas de 6.000 personas.
El tercer apartado se llama “Repliegue”. Trata sobre la dificultad de construir una casa y la necesidad de evadirse del mundo: «Cada uno intenta construir su propio hogar para evadirse del mundo. Al fin y al cabo, es un lugar por donde es posible contemplar lo exterior, pero hay que atravesar dificultades para conseguirlo».
El cuarto capítulo ha sido nombrado como “Exhibicionismo” y se basa en que «la transparencia permite que lo interior quede a la vista del exterior».
“Vigilancia” es otro de los puntos importantes. Perán explicó que «la vigilancia se está cultivando a pasos agigantados. La peligrosidad en la sociedad es uno de los factores que empuja la necesidad de tener seguridad. La sociedad necesita blindarse ante el espacio público y vigilarlo».
La palabra “¿Glasnost?” protagoniza el sexto capítulo. Significa apertura informativa, apertura que debería culminar con la caída del muro de Berlín. Perán destacó que «la transparencia de los medios de comunicación también desarrolló en occidente su reverso; el simulacro, la noticia construída y envuelta de ficciones para su mayor eficacia en la instrucción ideológica».
Por último, en la exposición podemos observar la “Trans-apariencia”. Este último capítulo habla sobre la velocidad y las nuevas tecnologías. Perán recalcó que «la transparencia es derivada de la velocidad, aquella que permite ver los cuerpos del segundo plano gracias a la rapidez con la que circula lo que está oculto».