Confebask reclama medidas urgentes para recuperar competitividad
Confebask afirmó ayer que la situación económica vasca ofrece «cifras realmente positivas», aunque expresó su preocupación por la pérdida de peso, empleo y productividad del sector industrial y reclamó medidas rápidas para recuperar la competitividad perdida por el «motor del crecimiento económico vasco». Volvió a citar los «altos costes laborales» y el «déficit tecnológico» como dos de las causas de ese freno en el crecimiento de la Industria.
BILBO
Miguel Lazpiur, presidente de la patronal vasca Confebask, destacó el buen momento que vive la economía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, donde el ritmo de crecimiento de los últimos cinco años ha sido de 3,1%, porcentaje que se elevó al 4,7% en 2005 y al 4,3% en el primer trimestre de 2006.En su análisis de la situación y retos de las empresas en una comparecencia tras el Consejo General anual de Confebask, resaltó, además, que la CAV ha alcanzado cifras «casi de pleno empleo, con apenas un 5,1% de paro y 942.000 personas ocupadas» y que se mantiene 25 puntos por encima de los niveles de renta media de la UE, además de ser la tercera comunidad autonómica del Estado español que más invierte en I+D. Admitió la dificultad de no caer en la «autocomplacencia» aunque aseguró que a pesar de este escenario de bonanza económica se detectan algunas «señales de alerta», relacionadas con la Industria, «motor» del crecimiento económico en la CAV. En este sentido, expresó la necesidad de afrontar la pérdida de empleo, productividad y competitividad de la Industria, que desde 2000 sólo ha crecido un 1,9% y su peso en la economía ha descendido del 31% al 28,2%. Entre las causas que han provocado esta situación, Lazpiur volvió a citar la competencia en precio de los países emergentes, la elevada inflación, la revalorización del euro, el encarecimiento de las materias primas y «los altos costes laborales». Y añadió que la pérdida de competitividad experimentada por la Industria se explica también por la «falta de dinamismo» de la economía europea, principal mercado para los productos vascos, la «primacía» de un modelo de crecimiento basado en el consumo y la construcción y la existencia de un «déficit tecnológico». Subrayó la necesidad de adoptar medidas con urgencia y que las propuestas de la patronal para recuperar la competitividad perdida han sido trasladadas ya al Gobierno de Lakua, que ha aceptado algunas. En este sentido, Confebask aboga por el «control y gestión de los costes, apostar por la mejora en I+D+i para aumentar el valor añadido de nuestros productos, aportar por involucrar a los recursos humanos en las empresas y fomentar su formación y motivación, así como internacionalizar nuestra economía, no sólo a la hora de vender sino también a la de producir». Además, afirma que «favorecer un entorno propicio a la actividad industrial y a la captación de nuevas inversiones» requiere «la implicación activa de las administraciones, la existencia de unas relaciones laborales fluidas que, según dijo, en la actualidad no existen y de un entorno sociopolítico de estabilidad y certidumbre».
Defiende el blindaje del sistema fiscal vasco
M.I.
BILBO El presidente de los empresarios vascos, Miguel Lazpiur, llamó también la atención sobre la «judicialización» del sistema fiscal vasco en relación al Impuesto de Sociedades, para reclamar de nuevo «el blindaje de nuestra capacidad fiscal ante el Tribunal Constitucional» español, porque «constituye la mejor salvaguarda para un derecho que la Constitución y la historia nos reconocen». A este respecto, recordó que Confebask está presente en 44 procedimientos judiciales. Además, Lazpiur se refirió al proceso político abierto, para reiterar el apoyo de la patronal a partidos e instituciones, al considerar que «una Euskadi en paz es posible« y que «de la culminación de ese objetivo van a depender muchas otras cosas positivas en el ámbito económico, laboral y social». «Merece la pena intentarlo», aseguró, aunque añadió que «ante las dificultades y los retos que encaramos en el ámbito socioeconómico, sería imprescindible que el objetivo de la paz no nos distraiga de otras tareas pendientes, en las que nos jugamos también nuestro futuro y el progreso que hoy disfrutamos».
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