Victoria Mendoza - Psicoterapeuta
Cita con Balentxi
Balentxi (José Manuel Balentziaga). Habíamos quedado para encontrarnos próximamente para tomar un cafecito juntos y comentar acerca del artículo que me pediste para tu revista, acerca de la Inmigración y los vascos, y de paso para tomarnos una foto juntos. Ahora me entero que el encuentro previsto debe esperar un poco más hasta que yo pueda visitarte donde ahora estás. Seguramente que inquieto como eres, seguirás encontrando gente necesitada a quien acompañar, y formas de ayudar a los demás desde otras dimensiones, porque quizá muchos intentaremos imitarte, es claro que muchos debiéramos seguir tu ejemplo. Contigo confirmo mi hipótesis de que mientras más sabe uno de la vida, más humilde y sencilla es la persona. No es un saber intelectual, sino sabiduría de la vida, la que nos hace primero empequeñecer para después crecer como gigantes, ya que conforme te quitas las máscaras y los disfraces, conforme vamos pisoteando el EGO y nuestra absurda Importancia Personal, nos damos cuenta que somos del montón, que somos uno más entre todos los seres humanos, y que al igual que los demás, estamos llenos de imperfecciones y limitaciones, y es en ese momento de toma de conciencia cuando comprendemos que a pesar de estas carencias, también somos seres maravillosos. Comprendemos que a pesar de no ser perfectos, tenemos recursos y herramientas suficientes para ir corrigiendo las imperfecciones propias y las imperfecciones del planeta en el que nos tocó vivir, y desde una actitud serena y humilde, con expectativas realistas, sin que por ello dejen de ser expectativas nobles, de manera sencilla y modesta, sin que el cansancio o el pesimismo nos derroten, comenzamos a inventar y a crear fórmulas de cómo aportar algo de lo nuestro a la humanidad. No todos alcanzan a comprender esto, pero esto es lo que tú representas para mí, un ser que llegó a comprender esta gran lección de la vida, empequeñeciste para después crecer como gigante, por eso siempre has sabido estar muy cerca de la gente necesitada, desde una manera realista y práctica, y no desde la demagogia, la hipocresía y la vanidad como otros tanto que presumen de hacer mucho por mejorar el mundo. Recuerda, por tanto, que tenemos un encuentro pendiente para hablar de presos y torturados, de vascos y de inmigrantes, del gran cariño que ambos le tenemos al País Vasco y a los vascos, también de las pequeñas cosas que podemos y debemos intentar hacer para conseguir un mundo menos caótico y defectuoso. Así que no te digo adiós, sino hasta luego, pues sabes que tenemos una cita pendiente para seguir conspirando juntos. -
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