BAGDAD
La tercera matanza en tres días en Irak tuvo ayer como escenario la ciudad de Kufa, feudo del joven líder chií Muqtada al Sadr, y se cometió a sólo doscientos metros de una de las mezquitas más veneradas del chiísmo. La explosión de un coche bomba conducido por un suicida dejó 57 víctimas mortales y 92 heridos, según fuentes oficiales. El total de muertos en Irak durante la jornada de ayer se elevó a 72.Según el relato policial, el suicida congregó primero a un grupo de obreros en torno a su camioneta, supuestamente para ofrecer conducirles a algún lugar, antes de activar su carga explosiva.
El estallido se registró a unos 200 metros de la mezquita de Muslim Ibn Akil, una de las más antiguas de Kufa, construida en la época de Ali Bin Abi Taleb, el cuarto califa del Islam y que utilizó esta mezquita como sede de su califato.
Kufa es feudo del líder chií al-Sadr, que encabeza las milicias del Ejército del Mahdi. El bloque de diputados de al-Sadr abandonaron el lunes el Parlamento en protesta por la incapacidad del Gobierno para garantizar la seguridad del país.
Testigos presenciales explicaron que tras el estallido ciudadanos tiraron piedras contra los policías que llegaron al lugar de la explosión, por lo que éstos empezaron a disparar en el aire para dispersar al gentío.
Balance estremecedor
El estudio presentado ayer por Naciones Unidas completa un panorama estremecedor en el Irak. El estudio indica que entre los meses de mayo y junio del presente año han muerto 5.818 personas y otras 5.672, como mínimo, han resultado heridas. El número de desplazado en el mismo periodo es de 15.000, según el estudio.
El trabajo señala que el mayor número de muertes se han producido en Bagdad. Entre los muertos figuran 244 mujeres y 71 niños. Según el informe, un total de 14.338 civiles han muerto en los primeros seis meses del presente año.
El Ministerio de Salud iraquí, por su parte, dice que 50.000 iraquíes han muerto desde el comienzo de la invasión. Una cifra muy por debajo de la realidad.
